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El ‘screening’ y las vacunas: dos formas de diagnosticar la hepatitis y evitar la enfermedad

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra el 28 de julio para concienciar sobre las hepatitis virales, que inflaman el hígado y causan enfermedad.

Ricardo Chong, Gastroenterólogo y Subespecialista en Hepatología del Hospital Metropolitano.
Ricardo Chong, Gastroenterólogo y Subespecialista en Hepatología del Hospital Metropolitano. (Cortesía)

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar una serie de problemas de salud y puede ser mortal. Sus causas pueden ser muchas: virales, de origen autoinmune, entre otras.

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“El hígado en constante estado inflamatorio puede volverse crónico y derivar en una cirrosis, o en el desarrollo de un tumor hepático o un hepatocarcinoma”, señala Ricardo Chong, profesional en Gastroenterología y Subespecialista en Hepatología del Hospital Metropolitano.

Sin embargo, existen alternativas para prevenir esta dolencia.

Tipos de hepatitis

Existen hepatitis A, B, C, D y E, de las cuales las tres primeras son las más comunes.

En este sentido, la hepatitis A es aquella que se transmite por alimentos contaminados por heces de una persona infectada. Es la más leve de todas en niños y adolescentes y no deja secuelas o daños hepáticos crónicos. Sin embargo, puede volverse un poco más agresiva en la etapa adulta: 1% de los pacientes pueden llegar a una falla hepática fulminante que los lleve a la necesidad de un trasplante. Entre los síntomas destacan: simula una gripe, cansancio, malestar general y después de unos días aparece la ictericia (ojos amarillos), por lo que se hace necesario acudir al médico para su evaluación.

De su lado, la hepatitis B se transmite por contacto sexual con una persona infectada, mientras que la hepatitis C a través de objetos cortopunzantes, jeringas o afeitadoras compartidas con otros.

Estos dos tipos de hepatitis, en un gran porcentaje de presentación, suelen ser asintomáticas. “El paciente sabe que tiene la enfermedad al momento de realizarse un chequeo médico. Es por eso que se recomienda, al menos una vez al año, en atención hospitalaria de primer y segundo nivel, se realice un screening para evitar que la enfermedad esté subdiagnosticada”, indica Chong.

Prevención

Para prevenir la hepatitis A, es importante aplicar la vacuna que ya consta en el esquema de vacunación en Ecuador, además de mantener la higiene alimentaria y cocinar bien los alimentos.

Para la hepatitis B también existe una vacuna que puede aplicarse a cualquier edad: son tres dosis, la del momento de vacunación, la segunda al mes y la tercera al sexto mes.

Lastimosamente, no existe la vacuna para la hepatitis C, pero se puede prevenir evitando realizarse tatuajes en lugares que no ofrezcan garantías de salubridad, utilizar protección durante las relaciones sexuales y no compartir elementos que puedan ser un foco de infección.

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