¡No ha ido a Machala, si no ha visitado Picantería Chichita! Así lo confirma su administradora, Carol Quezada quien nos cuenta que el negocio inició en la ciudad hace 32 años.
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“En 1990, mi padre Carlos Quevedo y mi madre Angelina Molina empezaron a vender encebollado en un triciclo, recorriendo las calles. Pero como hubo gran acogida, alquilaron su primer local en la Carchi y Bolívar, luego nos trasladamos a otro, hasta que hace 6 años pudimos adquirir nuestro propio restaurante en la Pichincha y Napoleón Mera.
“La sazón de mi mamá es la que nos ha permitido tener la acogida en esta ciudad. Ofrecemos nuestro plato estrella, el encebollado, así como el ceviche blanco, rojo y de camarón. Trabajamos con ingredientes frescos, en los que se incluye albacora, un pescado de mejor calidad que le da ese sabor y textura característico de nuestro local.
Nuestros clientes nos prefieren porque tenemos precios módicos: encebollado a USD 2,75 y para llevar USD 3; los ceviches USD 3,50 y el de camarón a USD 5.
La tradición de visitar este local va de generación en generación, según lo indica Carol, ya que tienen clientes que los visitan desde que eran niños y ahora ya adultos se siguen deleitando con esta inigualable sazón.