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Cirugía de espina bífida intrauterina se realizó en paciente con 25 semanas de gestación

El procedimiento quirúrgico se realizó en una bebé de 25 semanas de gestación - con diagnóstico de espina bífida - dentro del útero de su mamá, una mujer de escasos recursos de Manabí.

Equipo que participó en cirugía de espina bífida intrauterina. (Cortesía)

La cirugía, que se realizó dentro del útero materno, duró alrededor de 5 horas. La intervención quirúrgica permitió corregir la espina bífida de una bebé de 25 semanas de gestación, dándole así la oportunidad de disminuir considerablemente las complicaciones que dicha enfermedad ocasionaría en su salud, una vez nacida y a lo largo de su vida. La Fundación Metrofraternidad – en alianza con el Hospital Metropolitano y un cuerpo médico voluntario de más de 15 especialistas nacionales e internacionales- aportaron para que la cirugía sea una realidad.

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La espina bífida es una malformación del tubo neural, debido a una falta de cierre de la columna vertebral y los tejidos que se superponen. Esto ocasiona que la médula espinal quede expuesta y sufra daños que afectarán enormemente la salud de la niña. Esta condición – según su tamaño y ubicación en la columna- puede provocar daños permanentes en el sistema nervioso de la bebé, obligándola a sobrellevar varias cirugías en sus primeros años de vida. Sin embargo, cuando se hace la cirugía en el momento preciso – dentro del útero materno- hay una gran posibilidad de cerrar las capas de tejido (músculo y piel), cubriendo la médula espinal. Con esto se evita que los bebés queden parapléjicos, desarrollen hidrocefalia, entre otras condiciones.

El trabajo en equipo y el diagnóstico oportuno fue clave.

El caso fue detectado en un chequeo de rutina que Mayra, madre de la bebé, se realizó en Manabí. Luego de consultar con varios médicos, viajó a Quito para realizarse exámenes en la consulta del Dr. Andrés Córdova, quien reconfirmó el diagnóstico, la refirió a la Unidad de Metromedicina Fetal del Hospital Metropolitano de Quito.

Según la Dra. Diana Cañizares, experta en medicina materno fetal y miembro de dicha Unidad, “gran parte del éxito de este tipo de cirugías consiste en tener un diagnóstico acertado. En la Unidad de Metromedicina Fetal contamos con un ecógrafo de alta gama que nos permite hacer una reconstrucción tridimensional de la columna fetal y con ello saber cuánto mide y en qué parte exactamente está el defecto. Es decir, en qué vertebra empieza y dónde termina. Es así como determinamos que este es un caso de espina bífida de tipo mielomeningocele y trazamos el plan quirúrgico”.

Luego del diagnóstico se definió su plan quirúrgico, el cual incluyó un trabajo en equipo entre médicos nacionales e internacionales, liderados por la Dra. María Belén Nieto - Cirujana Fetal de Ecuador; y el Dr. Jorge Gutiérrez, Cirujano Fetal de Colombia. Junto a ellos también intervino un equipo de más de 15 especialistas en cirugía fetal, neurocirugía pediátrica, anestesiología, enfermería e instrumentación quirúrgica.

Carrera contra el tiempo.

La corrección de la espina bífida a través de una cirugía intrauterina puede llevarse a cabo como máximo hasta la semana 26 de gestación, según los estudios científicos publicados. Esto es antes de que el líquido amniótico comience a generar daños químicos en la médula espinal expuesta y que la propia bebé – con sus movimientos naturales dentro del útero - afecte los nervios expuestos.  En el caso de esta paciente, la detección y diagnóstico se realizó en la semana 23 de embarazo y de manera inmediata se preparó a la mamá para la cirugía en su semana 25.

El plan quirúrgico.

La complejidad de esta cirugía se basa en que los médicos deben efectuar un corte similar al de una cesárea para sacar el útero de la madre, realizar una ecografía para encontrar en qué posición está el bebé y ubicarlo de tal manera que – al momento de hacer la incisión en el útero- la lesión esté justamente en el centro de la apertura.  El líquido amniótico es extraído y almacenado para que los neurocirujanos fetales puedan operar al bebé y cubrir el área de la médula expuesta. Al finalizar, se vuelve a colocar el líquido amniótico, se suturan todas las incisiones y se inserta nuevamente el útero en el vientre de la madre para que el embarazo pueda continuar su normal desarrollo. Esta cirugía es el primer paso en la recuperación de Ailana, que inicia el día de su nacimiento con rehabilitación y fisioterapia.

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Fundación Metrofraternidad – en alianza con el Hospital Metropolitano y el Cuerpo Médico- cubren con los gastos médicos y quirúrgicos.

El caso de esta bebé es especial por la complejidad y riesgo detrás de la cirugía; siendo además una de las 10.000 intervenciones quirúrgicas de alta complejidad que ha realizado la Fundación en alianza con el Hospital Metropolitano y su cuerpo médico en 36 años.

Gracias a la cirugía, Ailana llegará como la cuarta hermana del matrimonio conformado por Mayra y Giovanni, una familia de escasos recursos de Portoviejo. Su madre Mayra es una esposa dedicada 100% en su familia, por lo que su padre Giovanni es quien cubre con todos los gastos de la casa y su educación. Y esta era precisamente su mayor preocupación, debido a que sus ingresos no le permitían cubrir una cirugía que puede llegar a costar entre 8 mil y 10 mil dólares; y que además requería de un cuerpo médico con el conocimiento para hacerlo y un hospital con la tecnología y equipos necesarios para cuidar de la mamá y la  bebé.

Es por ello que la Fundación Metrofraternidad, enfocada en facilitar el acceso a cirugías de alta complejidad y especialidad en niños y adolescentes de escasos recursos, decidió tomar el caso de Ailana Victoria, convirtiéndola en la paciente más joven en su historia. La organización, en alianza con el Hospital Metropolitano y su Cuerpo Médico voluntario, apoyaron a la familia en todos los gastos relacionados a la operación de Ailana, llevando un cuidadoso monitoreo durante las semanas restantes de embarazo y prestos para amparar las cirugías que ella requiera en un futuro.

“Nos sentimos realmente emocionados de darle a Ailana una nueva oportunidad de crecer y tener una mejor calidad de vida. La salud es un derecho humano fundamental, que lamentablemente no está al alcance de todos. Por eso trabajamos arduamente para que cada vez más niños, niñas y adolescentes de escasos recursos tengan acceso a cirugías de calidad, especialidad y alta complejidad. Todo esto sería imposible sin el apoyo de nuestros aliados, médicos voluntarios y donantes, que siembran esperanza con su tiempo y recursos en beneficio de quienes más lo necesitan”, recalca Juan Martín Muller, Administrador General de la Fundación Metrofraternidad.

Datos de Interés.

· En el mundo, 1 en cada 2000 nacidos es diagnosticado con espina bífida.

· El tipo de espina bífida más común es el Mielomeningocele, siendo este el diagnóstico más severo.

· La espina bífida es la segunda causa de discapacidad física en la infancia. La primera son las cardiopatías.

· Las causas de espina bífida son desconocidas; sin embargo, el consumo de ácido fólico por parte de la madre puede ayudar a reducir el riesgo de que el bebé la desarrolle. Como factores de riesgo se encuentran la falta de consumo de ácido fólico, la obesidad y la historia clínica familiar.

· En Chile, se fortificó la harina de trigo con ácido fólico como un tema de política pública. Así se logró reducir considerablemente los casos de espina bífida.

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