La ciudadanía, hoy en día, está sometida a un escenario, donde confluyen una gran cantidad de datos e información en línea, lo que dificulta a los lectores distinguir los contenidos útiles y verificados de aquellos que pueden catalogarse como ‘fake news’.
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De acuerdo con un reciente reporte de la plataforma Hootsuite, el 56,4% de los usuarios de Internet de todo el mundo siente preocupación por no saber qué es cierto y qué no, en el ámbito de las noticias en red.
En Ecuador, la situación también resulta alarmante, el 2020 fue el año de la desinformación en el país. Según información de la Secretaría General de Comunicación, en este período se registraron un total de 404 noticias falsas, que fueron visualizadas unos 70 millones de veces.
Diana Rivera Rogel, docente de la maestría en Comunicación mención Investigación y Cultura Digital de la (UTPL), indica que la desinformación todavía es un problema latente. En este sentido, la catedrática destaca el rol que juegan los periodistas y las plataformas de noticias, como mediadores de la información.
“Pese al avance de las redes sociales, los medios tradicionales todavía son un pilar esencial en la vida cotidiana de las personas. Su trabajo permite formar lectores críticos y garantiza que la ciudadanía acceda a información contrastada y de interés, en medio del océano de desinformación que nos rodea”, precisa Rivera.
Además, señala aspectos que deben afinar los periodistas en su labor diaria:
- Priorizar la calidad del contenido: aunque el contenido viral es lo que más consumen las audiencias, los periodistas deben procurar elevar la calidad de sus publicaciones, presentando temas de interés, investigaciones y productos que tengan un mayor valor, para que la ciudadanía pueda adoptar una postura o formar su criterio respecto a un hecho.
- Manejar una diversidad de agenda: un periodista no puede centrar su trabajo solo en la cobertura de fuentes políticas oficiales. La variedad de sus contenidos dependerá de las agendas que maneje. Por lo general, se recomienda que exista una agenda propia, un enfoque de temas ciudadanos y la reportería del acontecer político nacional.
- Hay que contar historias: los lectores de hoy, pese a las fake news y su poco interés por las noticias, son bastante exigentes. Ya no solo buscan leer un acontecimiento, quieren historias que sean fáciles de comprender y generen empatía.
- Pensar en la audiencia: la efectividad de la información no solo depende del contenido, sino de la forma en que es presentado a los lectores. Un medio o periodista no puede estar desconectado de su público, debe conocerlo y adaptarse a sus necesidades informativas.
Desde la maestría en Comunicación Mención Investigación y Cultura Digital de la UTPL, se forma a profesionales, para responder a las necesidades del entorno y a los fenómenos tecnológicos, culturales y sociales, y las nuevas relaciones entre medios y audiencias.
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