Comercial

Paciencia: el factor principal para el regreso a clases presenciales

#SigamosAprendiendo: regresar a la rutina que manteníamos hace casi dos años atrás puede convertirse en un proceso de adaptación un tanto complejo para padres y para sus hijos. La paciencia es clave.

El regreso a clases presenciales, tras más de un año y medio de virtualidad por la Covid-19, implica un proceso de adaptación que involucra a padres y a niños.

La paciencia es uno de los factores más importantes para permitir que este proceso fluya y nos permita regresar a una nueva realidad, según la recomendación de la psicóloga Karla Villagómez.

Y es que el retorno a la presencialidad es importante para su desarrollo. “Si bien la tecnología nos ha ayudado mucho en esta etapa de virtualidad, las habilidades sociales y emocionales se desarrollan en el encuentro con el otro, no a través de una pantalla”, explica la experta.

Además, indica que los niños están listos para este regreso a clases presenciales, como lo pudo constatar también al participar del video-caso elaborado por Diners Club del Ecuador:

COMPARTAMOS LA EMOCIÓN DE APRENDER SIN LÍMITES.

En este regreso a clases descubrimos que detrás de los momentos que vivimos, reforzamos nuestra infinita capacidad de generar nuevas oportunidades para seguir conectándonos de verdad y para encontrar juntos, nuevas maneras de aprender. *Fomentemos un regreso a clases responsable.

Posted by Diners Club del Ecuador on Thursday, August 26, 2021

Para que los padres puedan acompañar este regreso a clases, Villagómez detalla cinco herramientas emocionales que les ayudará a manejar el proceso de retorno:

1.- AUTORREGULACIÓN, EMPEZAR POR UNO MISMO

Es importante que el padre o madre de familia aprenda a autorregular sus emociones y comportamientos ya que éstos serán asimilados por los estudiantes. “Si somos unos padres muy temerosos, no podremos compartir con nuestros hijos la seguridad que necesitan en esta nueva normalidad”, indicó. Es necesario enfatizar en los cuidados y normas de seguridad pero sin sembrar miedos que no aportan a su equilibrio emocional.

2.- OBSERVAR Y PONER ATENCIÓN EN EL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS HIJOS

Es importante generar vínculos con nuestros hijos, sin que los miedos propios del adulto, angustias e incertidumbres nublen esta mirada. Esto permitirá identificar si existen reacciones diferentes, malestares o sentimientos de inquietud, donde los padres pueden ser su guía, apoyo y contención emocional.

3.- FOMENTAR EL DIÁLOGO

Un lenguaje amable, positivo y consciente es la mejor forma de establecer el vínculo que hablamos anteriormente. El adulto debe mirarse a sí mismo, evaluar su posición, emociones y comportamientos para luego transmitírselo a sus hijos.

4.- EMPATIZAR, CONECTAR CON LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

La experta recomienda que para empatizar con los más pequeños es necesario ayudarlos a reconocer sus emociones, poniendo palabras a sus comportamientos. De igual forma, se les puede recordar que pueden jugar con sus compañeros y divertirse manteniendo las normas de bioseguridad; con el fin de demostrarles que volver a clases es lo mejor para ellos, con seguridad y confianza.

5.- ACOMPAÑAR Y APOYAR AL HIJO

Parte importante de este regreso a clases es la organización. Esto quiere decir que, como padres, debemos ayudarlos a cumplir con sus obligaciones y horarios, como levantarse a la misma hora, brindar un tiempo importante para servirse los alimentos (como desayunos o ‘snaks’ saludables), establecer recesos, entre otros aspectos, sea que vayan a clases presenciales, virtuales o híbridas.

Hay que tomar en cuenta que el periodo de adaptación en un adulto duran cerca de tres semanas, pero en los niños puede tomar de dos a tres meses, por lo que la paciencia es fundamental para acompañarlos en esta etapa.

Por último, indica Villagómez, tenemos que motivarlos para que puedan ir con toda la confianza a la presencialidad. Si no lo hacemos, advierte, podemos caer en la sobreprotección, lo cual los deja en un estado de inseguridad y no les permite desarrollar en toda su capacidad.

En el caso de los más pequeños o los que primera vez acuden a un centro educativo, se debe realizar un acompañamiento junto con la institución. Una foto, una pulsera o algún objeto que los hagan sentirse acompañados, puede ayudarlos en el proceso.

#SigamosAprendiendo

Tags

Lo Último

Te recomendamos