CEO

Fernando Correa Sevilla: Desde Semaica y el CEES se busca transformar la industria de la construcción

El CEO de Semaica y presidente del CEES, Fernando Correa Sevilla, comparte su visión de futuro basada en innovación, sostenibilidad y legado familiar.

Fernando Correa Sevilla, CEO de Semaica y Presidente del Consejo Ecuatoriano de Edificación Sustentable (CEES)
Fernando Correa Sevilla, CEO de Semaica y Presidente del Consejo Ecuatoriano de Edificación Sustentable (CEES) (Jhener Valencia)

Desde su niñez, la construcción ha sido el eje vital de la historia de vida de Fernando Correa Sevilla, CEO de Semaica y Presidente del Consejo Ecuatoriano de Edificación Sustentable (CEES).

PUBLICIDAD

Formado en ingeniería civil en EE.UU. y con experiencia en megaproyectos en Estados Unidos, regresó a Ecuador para continuar el legado familiar. Hoy lidera una transformación profunda, combinando innovación tecnológica, sostenibilidad y una visión empresarial que impulsa a la industria desde la raíz.

Cuéntenos cómo descubriste tu vocación en el ámbito de la construcción

— Vengo de un linaje de constructores. Soy tercera generación. Mi abuelo Gonzalo fundó Semaica junto con Ernesto Martínez hace casi 70 años. Desde muy pequeño, la construcción fue parte de mi vida. Jugaba con tierra, hacía presas, usaba legos para construir. En la casa de mis abuelos, las conversaciones siempre giraban en torno a los proyectos. A los 15 años fui con mi abuelo a la inauguración del Puente de las Gorondrinas. Desde ahí, empezó todo. Incluso recuerdo que mi abuelo era un hombre serio en la familia, pero en el campo de obra era todo un personaje: directo, firme, con un lenguaje propio del mundo de la construcción.

¿Cómo fue tu formación y el inicio de tu vida profesional?

— Estudié ingeniería civil en Estados Unidos, luego obtuve una maestría y trabajé en el proyecto “Big Dig” en Boston, que transformó la infraestructura vial de esa ciudad. Fue una experiencia dura pero enriquecedora. Salía antes del amanecer y regresaba en la noche, sin ver la luz del sol durante meses. Me enfrenté a retos técnicos, culturales y climáticos, pero lo más valioso fue comprobar que los ecuatorianos podemos destacar por nuestra ética laboral. Regresé a Ecuador porque mi abuelo me lo pidió. Llegué a Semaica y empecé desde abajo: como ayudante de un maestro de obra, luego ingeniero auxiliar. Eso me enseñó humildad y me permitió conocer la construcción desde la base, entender cómo se hacen las cosas en nuestro país.

Entrevista en Metro Ecuador
Entrevista en Metro Ecuador Hernán Cueva, CEO Metro Ecuador; y Fernando Correa Sevilla, CEO de Semaica y Presidente del CEES. (Jhener Valencia)

¿Cuándo asumió la gerencia de Semaica?

— En 2017 hicimos una planificación estratégica donde se decidió reorganizar la empresa en un holding. En 2019 asumí la gerencia de la unidad constructora. Hoy, Semaica funciona como un conjunto de unidades de negocio: energía, minería, tecnología, inversiones, todo bajo un holding en España. La constructora sigue siendo el ‘core’, el 95% de la facturación. La idea era separar y profesionalizar cada área para que operen con más eficiencia.

¿Cuáles son los principales cambios que has implementado en tu gestión?

— Uno de los más significativos fue modernizar la gestión de proyectos. Pasamos de Excel a un sistema ERP especializado. Hoy tenemos un sistema de control muy avanzado, basado en software, y pronto desarrollaremos uno propio. Cada proyecto opera casi de forma autónoma, con su propio equipo de gestión, lo que nos permite ser muy ágiles y adaptarnos a las demandas del mercado. Esta autonomía también empodera a nuestros gerentes de proyecto y mejora la toma de decisiones.

¿Cuántos proyectos manejan actualmente?

— Hemos ejecutando hasta 42 proyectos simultáneos. Tenemos 7 gerentes de proyecto, cada uno con su portafolio. Eso permite que Semaica funcione como un acordeón: podemos expandirnos o contraernos según la necesidad. En el pico más alto, hemos llegado a emplear 4 mil personas. Actualmente somos unos 1.700 colaboradores directos.

PUBLICIDAD

Por citar un ejemplo, actualmente trabajamos en un proyecto que está generando empleo para cerca de mil personas entre trabajadores directos y subcontratistas, lo cual impacta a unas 4.000 o 5.000 personas si consideramos a sus familias.

¿Cómo gestionan el talento humano en un sector tan cambiante?

— En construcción hay un régimen especial para contratar colaboradores por obra. Al terminar, se liquida y se da prioridad a ex trabajadores para nuevos proyectos. Tenemos maestros constructores que empezaron con mi abuelo, sus hijos también son maestros y sus nietos ahora son ingenieros. Esa continuidad genera cultura y lealtad. Es muy gratificante ver que muchas familias han crecido con nosotros y ahora sus nuevas generaciones también forman parte de la empresa. Esto construye identidad.

¿Cómo o cuándo te involucraste con el tema de la sostenibilidad?

— Fue gracias a Rodolfo Rendón, quien había sido Ministro de Ambiente. Nos propuso formar el CEES. En ese entonces, sabía muy poco del tema. Me certifiqué en LEED, comencé a estudiar y participé de la creación del Consejo. Fui su primer presidente desde 2012 hasta 2017. Al principio era escéptico, pero una experiencia me cambió: me estacioné cerca de una obra y conté 25 volquetas saliendo en un solo día. Eso me hizo ver el impacto ambiental de la construcción. Luego, me desvinculé por unos años para concentrarme en temas propios de la compañía.

¿Por qué regresas al CEES?

— En 2021, tras el fallecimiento de Rodolfo, su hija me pidió que retomara el liderazgo. El Consejo estaba debilitado, con apenas 12 miembros. Lo tomé como un reto y un homenaje. Hicimos una nueva planificación, contratamos un equipo y hoy somos 71 miembros. Con metas claras y propósitos definidos. La meta es que el CEES sea transversal: que articule con entidades públicas, privadas, gremios y la academia. Queremos construir un verdadero ecosistema.

¿Cuál es el objetivo principal del CEES actualmente?

— Acelerar la transición de la construcción hacia la sostenibilidad. Queremos ser el referente técnico en este campo. Nuestro proyecto insignia es la Certificación Nacional de Construcción Sustentable, basada en la metodología LEED pero adaptada al contexto ecuatoriano. Este sistema permitirá que más actores del sector accedan a certificaciones sin los costos y barreras de las internacionales.

¿Por qué es necesaria una certificación nacional?

— Las certificaciones internacionales son muy exigentes y costosas. Queremos una opción intermedia que permita a pequeñas y medianas empresas iniciar buenas prácticas. No se trata de bajar la vara, sino de acompañar a la industria paso a paso. Es un proceso escalonado. Hay empresas grandes con estrategias robustas, pero también hay ferreterías, constructores pequeños, que necesitan una guía accesible para empezar.

¿Cómo planean articular el sector?

— Con incentivos en lugar de regulaciones. Estamos trabajando con el BID en una taxonomía que permita facilitar créditos verdes. Además, fomentamos encuentros gremiales, como la Cumbre de Sostenibilidad y el Premio de Edificación Sustentable, para visibilizar buenas prácticas y replicarlas. Si logramos que las cámaras, colegios de ingenieros, arquitectos y universidades se integren, lograremos que la construcción formal crezca y la informal retroceda.

¿Cómo abordan la educación en sostenibilidad?

— El conocimiento es el primer paso. Trabajamos con gremios, universidades y entes públicos para capacitar a estudiantes, arquitectos, ingenieros y hasta ferreteros. Si cada actor del ecosistema entiende el impacto de sus decisiones, podremos transformar el sector desde la base. Estamos desarrollando materiales, capacitaciones y alianzas que ayuden a sembrar ese conocimiento desde la formación inicial.

¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrenta el sector?

— La construcción informal. Miles de metros cuadrados se levantan sin regulación, sin sismo resistencia, sin eficiencia. Necesitamos una estrategia nacional que incluya a todos: gobiernos locales, entidades nacionales, sector privado y academia. La sostenibilidad no es opcional. Además, debemos comunicar que construir con eficiencia no es más caro, sino más inteligente. Es cuestión de diseño, de planificación y de compromiso.

Y desde Semaica, ¿qué acciones concretas han tomado?

—Tenemos un plan interno que llamamos “Locura Verde”. Cambiamos luminarias, inodoros, grifería, optimizamos uso de materiales. No cuesta más construir de forma eficiente, al contrario, a largo plazo es más rentable. La clave está en planificar desde el diseño. Además, promovemos que nuestros proveedores también se alineen. Es un cambio de mentalidad que empieza en casa y se expande a toda la cadena de valor.

¿Cuál es tu mensaje para el empresariado ecuatoriano?

— Tenemos talento, recursos y oportunidades. El momento de actuar es ahora. Liderar es asumir riesgos, educar, abrir caminos. Los invito a sumarse a este movimiento por la sostenibilidad. Desde el CEES y desde Semaica, estamos listos para acompañar ese cambio. El futuro de nuestra industria depende de lo que decidamos hoy.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último