Un informe final de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) concluyó que una ingeniería defectuosa fue la causa principal de la implosión del sumergible Titan en junio de 2023, lo que provocó la muerte instantánea de las cinco personas a bordo mientras descendían al sitio del naufragio del Titanic.
PUBLICIDAD
El informe señala que el casco, construido en fibra de carbono compuesta, presentaba anomalías estructurales, no cumplía con los estándares de resistencia, y que la empresa OceanGate falló en realizar pruebas adecuadas y desconocía la durabilidad real de la embarcación.
¿Qué fallas estructurales identificó el informe de la NTSB?
Según el documento, el Titan usaba un recipiente a presión de fibra de carbono, compuesto por capas unidas mediante adhesivos, que presentaba múltiples defectos detectados tras la recuperación de los restos en el lecho marino. Entre las anomalías documentadas están arrugas, porosidad, vacíos en las uniones adhesivas y delaminación de las capas del material. Estas fallas indican que el casco no satisfacía los requisitos de resistencia estructural necesarios para una inmersión a gran profundidad.

Un dato revelador: el Titan ya había experimentado un “evento acústico fuerte” durante su inmersión de julio de 2022, episodio que pudo haber comprometido partes del material y acelerar su degradación progresiva bajo presión. El informe indica que los sensores del Titan captaron esa señal, pero no se habría interpretado como una alerta crítica.
¿Cuál fue la responsabilidad de OceanGate según el informe?
El NTSB también criticó la gestión de OceanGate, alegando que la compañía no cumplió con estándares de prueba adecuados ni con mantenimiento riguroso. Se concluye que OceanGate desconocía la verdadera durabilidad del Titan y continuó operaciones a pesar de indicios de debilidad en su estructura.
Además, se le reprocha no contrarrestar las anomalías detectadas ni adoptar mecanismos externos de verificación independiente.
El informe se alinea con la investigación de la Guardia Costera de EE. UU., que previamente catalogó el accidente como prevenible y criticó las prácticas de seguridad de OceanGate.