Durante la noche de 7 de agosto, personal policial acudió al llamado del sistema ECU-911 y se trasladó hasta el Distrito Manuela Sáenz, en el Centro Histórico de Quito, en la intersección de las calles Alianza y Chimborazo. Allí se halló el cuerpo sin vida de un hombre, de aproximadamente 55 años, en posición decúbito ventral y con múltiples heridas de arma de fuego.
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El cadáver, que no ha sido identificado oficialmente, fue levantado por el equipo forense y trasladado al Departamento de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia correspondiente para determinar las causas exactas de su muerte.

Presunto vínculo con el microtráfico
En el lugar, se recogieron testimonios de personas en situación de calle. Uno de ellos, aseguró que el fallecido era conocido en la zona como microexpendedor de drogas.
Según su relato, el hombre operaba bajo pedido y era frecuente ver vehículos acercarse a su domicilio para adquirir sustancias sujetas a fiscalización.
Este testimonio abre nuevas líneas de investigación para la Policía Nacional, que no descarta un ajuste de cuentas relacionado con actividades delictivas en el sector.