La comunidad científica internacional ha encendido las alarmas ante la aparición de un nuevo virus que podría representar una amenaza global.
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Se trata del HKU5-CoV-2, una cepa viral identificada en murciélagos del sur y este de China, que guarda preocupantes similitudes con el letal MERS-CoV, un virus con una tasa de mortalidad de hasta el 30 %.
Investigadores liderados por el virólogo Michael Letko, de la Universidad de Washington, advirtieron que esta variante viral está “a solo un pequeño paso” de adaptarse para infectar células humanas.
Letko explicó que, aunque los virus HKU5 no habían sido objeto de un estudio profundo anteriormente, recientes investigaciones revelan que poseen mecanismos capaces de interactuar con las células ACE2 humanas, las mismas que el SARS-CoV-2 utilizó para propagarse en la pandemia del 2020.
El equipo de científicos recreó “pseudovirus” —estructuras no peligrosas que imitan al virus original— para analizar cómo este interactuaría con las células humanas.
Lo que encontraron fue inquietante: una sola mutación en la proteína del virus sería suficiente para permitirle ingresar al cuerpo humano a través de la boca, la garganta y la nariz.
El virus HKU5-CoV-2, aunque actualmente limitado al mundo animal, podría cruzar la barrera entre especies debido a factores como el comercio ilegal de vida silvestre, particularmente en mercados de China. Este fue uno de los elementos que facilitó el salto del COVID-19 a los humanos, según coinciden varios expertos.
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¿Pandemia a la vista?
La revista Semana, de Colombia, informó sobre el estudio y resaltó la advertencia de los investigadores: si el virus muta para infectar humanos, podría replicar o incluso superar los efectos devastadores del MERS y el COVID-19.
A diferencia de otros coronavirus en circulación, el HKU5-CoV-2 se encuentra en una etapa que aún permite la vigilancia y prevención.
Sin embargo, la comunidad científica insta a reforzar el monitoreo de virus en animales silvestres, mejorar los controles sanitarios y prohibir prácticas que puedan acelerar una transmisión zoonótica.
Aunque no hay motivos inmediatos para entrar en pánico, los expertos coinciden en que este hallazgo debe tomarse con la seriedad de una amenaza latente, ya que la historia reciente ha demostrado cuán rápido puede escalar un brote viral a una crisis sanitaria mundial.