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La enfermedad que podría dejar sin caminar a Esperanza Gómez

Esperanza Gómez: enfermedad vertebral podría dejarla en silla de ruedas, confiesa a Caracol.

La enfermedad que podría dejar sin caminar a Esperanza Gómez.
La enfermedad que podría dejar sin caminar a Esperanza Gómez. Captura de pantalla.

La actriz para adultos Esperanza Gómez reveló en una entrevista con La Red de Caracol Televisión que padece un desgaste progresivo de las vértebras de la columna que podría llevarla a termi­nar en silla de ruedas en los próximos años. Gómez declaró que en algunos momentos queda “completamente paralizada de los hombros para abajo” y tiene temor de someterse a cirugías convencionales con implantes metálicos, prefiriendo esperar por tratamientos menos invasivos o avances médicos recientes.

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También habló sobre los episodios de depresión que acompañan su situación.

¿Qué dijo exactamente Esperanza Gómez sobre su condición?

Gómez explicó que el desgaste en sus vértebras afecta su movilidad y calidad de vida: “En ocasiones me quedo completamente paralizada desde los hombros hacia abajo… si sigue el deterioro de mis vértebras y no me opero, podría quedar en silla de ruedas en tres años.”

Aunque le han recomendado una cirugía de columna vertebral, ella la rechaza por el miedo a tener una columna metálica: “Muchos pacientes que están pasando por lo mismo me han recomendado no hacérmela”.


Prefiere esperar avances médicos: mencionó una inyección experimental para rejuvenecer células, y un “pegamento óseo” (o adhesivo hueso) en China, que permitiría reparar huesos sin recurrir al uso permanente de metales.

La enfermedad que podría dejar sin caminar a Esperanza Gómez.
La enfermedad que podría dejar sin caminar a Esperanza Gómez. Captura de pantalla.

¿Qué otros efectos físicos y emocionales ha comentado Esperanza Gómez?

Además del riesgo físico, ha confesado que vive episodios de parálisis temporales, dolor, pérdida de movilidad parcial en momentos críticos, lo que obliga a adaptarse diariamente.

En el terreno emocional, Gómez admitió que la situación ha desencadenado problemas de salud mental: “Tengo picos de depresión donde me cuesta unos días levantarme… he estado en terapia por varios años.”

También expresó miedo al tratamiento invasivo, tanto por los riesgos quirúrgicos como por la calidad de vida que implican implantes metálicos. Su decisión es priorizar soluciones menos invasivas hasta que haya opciones más seguras o innovadoras disponibles.

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