El operador de telefonía móvil estadounidense T-Mobile confirmó este lunes que ha sido víctima de un ataque cibernético, pero rechazó ofrecer datos sobre su alcance o el número de clientes que podrían haberse visto afectados.
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En un comunicado, T-Mobile confirmó que hubo un «acceso no autorizado» a datos de la compañía, pero aseguró que aún no se ha comprobado que se hayan filtrado datos personales de clientes.
La empresa dijo que está trabajando con las fuerzas de seguridad para averiguar qué ha ocurrido, pero avisó que la investigación puede llevar tiempo pese a que se está trabajando con el «mayor grado de urgencia».
El domingo, piratas informáticos dijeron al portal especializado en tecnología Motherboard que habían accedido a datos personales de 100 millones de personas a través de los servidores de T-Mobile.
Según Motherboard, los ciberdelincuentes están pidiendo un rescate de seis bitcoines (unos 270.000 dólares) a cambio de los datos, que incluyen supuestamente nombres, direcciones, números de licencias de conducir y otro tipo de información personal.
Por el momento, T-Mobile ha rechazado confirmar si los piratas informáticos están pidiendo un rescate y tampoco ha detallado a qué datos podrían haber accedido.
Este último ciberataque se produce después de un año repleto de este tipo de agresiones, como la del pasado mayo contra el principal oleoducto de EE.UU., Colonial, y que provocó escasez de combustible en varios estados del este del país, incluidos Carolina del Norte, Virginia y Washington D.C., los más damnificados.
En mayo, JBS, el procesador de carne más grande del mundo, sufrió otro ciberataque, y en julio hubo otra ofensiva contra Kaseya, una empresa de software que brinda servicios a más de 40.000 organizaciones en todo el mundo.