Guillermo Lasso, que este lunes juró su cargo como nuevo presidente de Ecuador, exhortó a todos los ecuatorianos a preguntarse por qué un país «tan rico» tiene un «pueblo tan pobre» y culpó de esa herencia a gobernantes que incurrieron en el «caudillismo» a lo largo de los años.
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«En este Gobierno que hoy nace, del nuevo siglo de republicanismo, termina la era de los caudillos…. ¡Termina la era de los caudillos!», proclamó Lasso en su discurso de investidura, al segurar que «gobernará para todos» y para restaurar los valores de la lucha de los patriotas ecuatorianos hace 200 años. «Bienvenidos al Ecuador del encuentro».
Además indicó que no ha «venido a saciar el hambre de pocos sino el hambre de muchos», y prometió fortalecer la democracia para terminar con «lacerantes desigualdades entre el mundo rural y el urbano», y un país que «le ha fallado a su juventud en educación y creación de oportunidades, que mantiene en el más humillante olvido a sus jubilados, y donde ser mujer no es un factor de desventaja sino de peligro existencial».
Por último, Lasso agradeció a los ecuatorianos por haber confiado en él: «Gracias al pueblo ecuatoriano por confiar en mí. Pueblo maravilloso, pueblo trabajador. ¡El mejor pueblo al que un presidente puede aspirar!«, indicó.