Más de 15 millones de visones sacrificados en Dinamarca, por una mutación del COVID-19 que podía expandirse por la población humana, emergen de la superficie. Según la primera ministra danesa, Mette Frederiksen el virus mutado representa un“riesgo para la eficacia” de las futuras vacunas.
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«Visones zombie»
El sacrificio masivo de estos animales ha generado situaciones desconocidas que han quedado registrada en impactantes imágenes que circulan en redes y que los usuarios han calificado como «el despertar de los visones zombies».
Según medios locales, todo radica en que los pozos que cavaron para enterrar a estos animales son poco profundos -de un metro- y los cuerpos se taparon con arena (al parecer no demasiada).
Días después comenzaron aparecer los visones muertos por el suelo y otros emergiendo de la tierra; todo sumado al olor nauseabundo del lugar.
¿La razón? Ello es consecuencia de los gases que se producen durante la descomposición de los restos. Los animales muertos se fueron hinchando y empujando hacia el exterior a los de la parte superior de la fosa. Incluso algunos llegaron a explotar.
“En relación con la descomposición se forman gases, lo que hace que el visón se expanda un poco (…) De esa manera, en el peor de los casos, son empujados fuera del suelo”, dijo Thomas Kristensen, portavoz de la Policía Nacional en declaraciones entregadas a la emisora DR y citadas por The Daily Mail.
Ahora, en Jutlandia, región donde se sacrificaron millones de visones, han tenido que volver a enterrar los cadáveres. en otros casos están agregando más arena a los pozos para evitar que ello vuelva a suceder.
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Según Kristensen, el suelo arenoso en ese lugar no es lo suficientemente pesado para detener los cuerpos de los visones.
La primera ministra Frederiksen ordenó el pasado día 4 de noviembre sacrificar a los cerca de 15 millones de visones que hay en Dinamarca, siguiendo el consejo de las autoridades sanitarias al detectar mutaciones que habían pasado a humanos y debilitaban la capacidad de crear anticuerpos.
«Nos hemos visto obligados a tomar esta decisión y la conclusión no es negociable. Ese es nuestro convencimiento», dijo entonces Frederiksen.
Lo que no preveía la mandataria danesa era el temporal que se desató en los días sucesivos, al conocerse que el Gobierno socialdemócrata en minoría no tenía cobertura legal para ordenar el sacrificio de todos los visones, sino solo en las granjas donde se había detectado contagio o estaban en un radio de 7,8 kilómetros de las instalaciones infectadas.
Dinamarca, que tiene una población de unos 5,7 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 68.894 casos de coronavirus y 781 muertos, con una tasa de mortalidad de 13,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
Ahora, la alarma creada por la mutación del SARS-CoV-2 ha desaparecido aparentemente: las autoridades sanitarias dieron esta semana por erradicada «con gran probabilidad» la cepa y levantaron antes de tiempo las duras restricciones implantadas en el norte de Jutlandia.
Con datos de EFE e Infobae.