El polémico festival de carne de perro de Yulin en China, comenzó el pasado fin de semana pese a las prohibiciones por el coronavirus y del Gobierno. Los mandatarios han realizado esfuerzo por evitar este fiesta, pero al final el evento se celebró.
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Gran cantidad de personas acuden durante los 10 días que dura el festival. No obstante, los activistas en defensa de los animales han afirmado que la asistencia de este año se ha desplomado y albergan las esperanza que este sea el último año que lo celebren.
Peter Li, especialista en políticas de China para el grupo de derechos de los animales Humane Society Internacional, declaró que «espero que Yulin cambie, no sólo por el bien de los animales, sino también por la salud y seguridad de sus ciudadanos. Permitir que las reuniones masivas intercambien y consuman carne de perro en mercados y restaurantes concurridos en nombre de un festival plantea un riesgo significativo para la salud pública».
La epidemia, que ha provocado la muerte de más de 470 000 personas, emergió a fines de 2019 en un mercado en Wuhan en el cual se vendían animales vivos y a partir de entonces se han reforzado las leyes sobre el comercio de animales.
Nuevas leyes:
El gobierno chino ha considerado promulgar nuevas leyes que prohíban comercializar animales, para también proteger a las mascotas después del brote de coronavirus. Después de afirmar que la pandemia se había originado con murciélagos de un mercado en Wuhan, el país impuso una prohibición a finales de febrero sobre la venta y el consumo de animales salvajes, alegando que se había convertido en un grave problema de salud.
Perros son mascotas no ganado
El Ministerio de Agricultura de China clasificó a los perros como mascotas y ya no como ganado, lo que ha provocado numerosas incertidumbres sobre cómo afectará este cambio en Yulin. La ciudad de Shenzhen se convirtió en la primera ciudad que prohibió el consumo de carne de perro, con el objetivo de que más ciudades sigan su ejemplo. Zhuhai también se sumó y emitió un decreto.