Javier Orti, padre de dos niños, tiene 17 años de experiencia como servidor público y ha laborado en diferentes instituciones del Estado. Ahora, con Avanza, lista 8, opta por la Prefectura en las elecciones de 2019, y sueña con instaurar la “Marca Pichincha” en la provincia.
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¿En qué consiste su objetivo “Marca Pichincha?
Queremos darle otra visión a la Prefectura, no solo el de constructor de vías. Queremos instaurar una agenda productiva a la que le denominamos “Marca Pichincha”.
Lo que buscamos es revalorizar lo que la provincia produce en el agro, en servicios, turismo, entre otras áreas, aplicando estrategias que nos permitan erradicar el divorcio que existe entre lo urbano y lo rural. Hoy, Pichincha cuenta con la ciudad más poblada del Ecuador (Quito), es decir, hay un mercado potencial muy fuerte del que necesariamente debe beneficiarse el sector rural.
¿Qué ejes se trabajarán para lograrlo?
Nos enfocaremos en tres ejes: productivo, turístico y vial. Hemos localizado los polos productivos de la provincia: Tenemos cacao en el noroccidente, café en Tandapi, lácteos entre Mejía y Cayambe, así como cárnicos, granos, entre otros productos, que los vamos a encasillar en empresas de economía mixta, donde el Consejo Provincial entra como socio y aglutina a los pequeños y medianos productores para trabajar en economías de escala. Esto implica construir centros de acopio para erradicar la intermediación, tecnificamos, capacitamos y proveemos insumos.
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En el turismo, implementaremos en las 53 parroquias rurales el acceso a internet gratuito en los parques centrales. Además, se colocarán infocentros para promoción del cantón y vitrina de los emprendimientos que surgen en cada sector. Además, la idea es que el turista se quede de 3 a 4 días en Pichincha antes de salir de la provincia.
“La marca Pichicha es lo que nos va a hacer resaltar y recuperar nuestra identidad. Será el motor de nuestra administración”. Javier Orti.
¿Cómo lograrlo?
Hay que construir alternativas y en base al modelo de gestión público- privado, se crearán tres parques temáticos: El del Agua en Puerto Quito aprovechando sus cascadas y ríos; recuperaremos Jerusalén, para que sea un parque temático cultural en Pedro Moncayo; y vamos a hacer el parque temático del Chagra entre Pintag, Mejía y Rumiñahui. Así se convertirán en destinos obligatorios.
¿Qué pasará con la vialidad?
Primero, debemos identificar los 4.724 km de vías y aglutinarlos en un solo fideicomiso o fondo para que se aplique un sistema de solidaridad: las vías que generen mayor demanda van a financiar el mantenimiento y creación de las de segundo y tercer orden.
¿Qué pasará con los peajes?
Hay que ser claro. El presupuesto de la Prefectura es mínimo, de USD 182 millones anuales. Es imposible hacer administración vial directa, se tiene que concesionar. Solo en la Aloag- Santo Domingo hay que estabilizar taludes y construir cinco túneles. Esto costaría USD 300 millones y solo se puede hacer generando recursos, con peajes. Además, proponemos la instalación de sensores en los 146 puntos identificados como “de mayor riesgo” para prevenir un derrumbe y salvaguardar vidas.
En cuanto a la Calacalí- La Independencia, regresa a la Prefectura después de 4 años. Sin el peaje, la carretera disminuyó en su mantenimiento. Tenemos que volver a asfaltar, iluminar y señalizar. Además, solicitaremos la administración de la Guayllabamba- Cayambe para ampliarla a cuatro carriles.
¿Qué otras áreas se tomarán en cuenta?
Queremos una prefectura ecoamigable, por lo que se debe incrementar el control de las descargas de residuos contaminantes a los ríos, domésticos e industriales, sobretodo desde Quito. En la agricultura se trabajará en las ramificaciones del proyecto de riesgo Cayambe- Tabacundo, que será inaugurado próximamente. Además, se deberán ir diseñando políticas públicas para fomentar la agroindustria.