Tras el nombramiento y posesión de Otto Sonnenholzner como el nuevo vicepresidente del Ecuador, surgieron reacciones en el plano político y también algunas pintorescas por el pronunciamiento de su apellido.
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El mismo presidente de la República, Lenín Moreno fue uno de los primeros que se pronunció. El mandatario mencionó que él tiene el compromiso de trabajar junto a los ecuatorianos.
Otro político que no podía faltar fue el expresidente Rafael Correa, que en su cuenta de Twitter compartió un enlace de una noticia en la que se pregunta si el nuevo vicepresidente es un usurpador.
La Asamblea Nacional designó vicepresidente a Sonnenholzner con 94 votos a favor. En su discurso, el economista y radiodifusor instó a la unidad y a luchar por un mismo objetivo. Señaló que no se debe permitir que las diferencias políticas nos desvíen de lo que realmente importa, que es nuestro país.
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Por otro lado también hubieron reacciones pintorescas por el pronunciamiento de su apellido. Asimismo el mismo vicepresidente en su intervención solicitó que lo llamen por su nombre, ya que si lo nombran por su apellido «no va a funcionar». Estas son las reacciones de los ciudadanos en las redes sociales que recibieron al nuevo vicepresidente con humor:
https://twitter.com/yerbitagood/status/1072646762869997568
El nuevo vicepresidente tiene 35 años, es casado y tiene tres hijos. Es un reconocido radiodifusor en Guayaquil, economista internacional de la universidad Schiller International University con sede en Alemania y España. Fue catedrático de de economía en la facultad de ciencias empresariales de la Universidad de Guayaquil y domina tres idiomas: alemán, inglés y francés.
Además, es empresario de la construcción y el comercio, también expositor en temas de economía, crisis de medios. Según el asambleísta Luis Torres, es una persona de confianza del presidente Lenín Moreno.
Otto Sonnenholzner reemplaza a María Alejandra Vicuña. La exfuncionaria renunció al cargo el martes pasado, tras verse envuelta en un escándalo por supuestos cobros indebidos a antiguos colaboradores cuando era legisladora.
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