Una mujer fue víctima de abuso sexual por parte de un vecino, el pasado 6 de agosto en Guayaquil. Según relata la víctima, ella subió al carro del supuesto agresor y se dirigieron a su vivienda.
Allí es donde empieza la agresión. En el lugar, el hombre la habría amarrado. La pegó, amenazó e insultó. Incluso, le dijo que la iba a «cortar en pedazos» y que «más le valía muerta que viva». Otra de las amenazas consistía en decirle que «ya la tenía vendida para que vaya a trabajar a un cabaret».
La víctima estuvo retenida desde las 16h00 hasta las 8h00 del día siguiente, cuando pude escapar luego de que llegaran los hijos del supuesto agresor.
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Denunció pero no recibió ayuda
La mujer, luego de escapar, se habría dirigido a pedir ayuda a la policía comunitaria. De allí, la enviaron a la fiscalía a poner la denuncia. Luego de 6 horas, la devolvieron a su casa con el informe en el que se confirmaba que existió violación. Sin embargo, nada se hizo contra el agresor.
Susana Cheppe, de la Fundación Paz y Esperanza, indicó que las autoridades no le creyeron (a la víctima) que fue amenazada de muerte con un cuchillo mientras la violaba.
La funcionaria que conoció el caso dispuso dos acciones: la prohibición de acercarse a la víctima y la prohibición de perseguirla e intimidarla.
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Con información de Teleamazonas
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