Un grupo de noventa migrantes venezolanos regresaron a su país desde Ecuador. Esto lo hicieron a través del «puente aéreo» creado por el Gobierno de Nicolás Maduro.
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El grupo se concentró en la Embajada de Venezuela en Quito, desde donde utilizaron autobuses con dirección al aeropuerto de la Capital, para viajar en avión hasta Caracas.
Los noventa llegaron a la sede de la Embajada por «voluntad propia» y con el deseo de regresar, según el encargado de negocios de la legación diplomática, Pedro Sassone.
Muchos migrantes «están llegando a nuestros consulados, a nivel de Suramérica, los estamos censando». Además, los apuntarán en el programa de retorno organizado por el Gobierno de Venezuela.
Este proceso de retorno, que inició hace algunos días en Perú y luego en Brasil, se efectúa en Ecuador. Después «continuará en Argentina», refirió Sassone.
El funcionario descartó anticipar una cifra de migrantes que se podrían inscribirse al programa de retorno. Dijo que eso «lo irá diciendo» la recuperación de la «economía».
Afirmó que la actual es «una migración de carácter económica» por la difícil situación que atraviesa la venezolana. Según él está sometida a una «guerra económica» por parte de opositores nacionales y extranjeros.
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Creación de puente aéreo
El pasado 3 de septiembre, el presidente Maduro ordenó crear un puente aéreo para garantizar el retorno de los venezolanos que habían emigrado en medio de la severa crisis económica que atraviesa el país.
Casi 2,5 millones de venezolanos han dejado su país en los últimos cuatro años según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Por Ecuador han pasado un millón de esos emigrantes, pero apenas alrededor del 20 % se ha quedado en este país.
Para atender este éxodo, 13 países latinoamericanos sostuvieron un encuentro en Quito, con una declaración de once de los participantes en la que muestran su voluntad a seguir acogiendo a los venezolanos dentro de un sentido de «hermandad» y «solidaridad», pero también de «seguridad» para los receptores.
