Dicen que los amigos son como hermanos que elegimos en la vida y así quedó demostrado, de una forma bastante tenebrosa, con la decisión de un joven mexicano de 27 años.
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Tras la muerte de su compañero, el joven, del cual no se conoce la identidad llegó hasta el cementerio municipal de Muna, en Yucatán, para recuperar el cadáver de su amigo y cumplir así con la promesa que le había hecho en vida de estar siempre juntos.
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Los hechos quedaron al descubierto el fin de semana y de manera fortuita, luego que la policía llegara al domicilio del sujeto, alertados por una denuncia de violencia intrafamiliar.
El responsable de sustraer el cuerpo de su amigo había golpeado a su abuela y a una tía y el padre dejó entrar a la policía al domicilio para que lo detuvieran.
Fue en ese momento, cuando entraron a la habitación, que descubrieron un craneo cubierto de tierra y algunas osamentas surtidas del cementerio.
Una promesa
Tras la detención, vecinos del responsable dijeron a los medios locales que nunca creyeron que el joven cumpliera la promesa que había hecho de sacar el cadáver del cementerio para sepultarlo en su patio y así tenerlo más cerca.
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El protagonista tiene fama de ser alcohólico, según la información recogida por el diario La Verdad, por lo que sus amenazas nunca fueron escuchadas.
Se presume que al momento de retirar el cuerpo del sepulcro el joven estaba en estado de ebriedad y bajo los efectos de las drogas.
Las autoridades iniciaron una investigación tras los hechos y los familiares de personas enterradas en el cementerio de Muna solicitaron que se mantenga detenido, hasta que se compruebe que no removió restos de otros fallecidos.
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