El gobierno panameño dijo el lunes, 9 de abril, que las relaciones con Venezuela atraviesan por una “gran pausa” y que espera que la nación sudamericana revise su decisión de cortar temporalmente los lazos comerciales, que estimó “desproporcionada”.
PUBLICIDAD
“Es a todas luces una agresión fuera del marco jurídico, fuera del Estado de derecho y que no tiene ningún sustento y que afecta a empresas panameñas”, dijo la vicepresidenta y canciller panameña Isabel de Saint Malo en una reunión con corresponsales de prensa extranjera.
Como resultado de esas acciones tomadas por Venezuela la semana pasada, Panamá retiró a su embajador en el país sudamericano y solicitó el retiro de su contraparte.
“Ojalá haya alguna revisión por parte de Venezuela, porque de lo contrario Panamá va a verse obligado a tomar acciones coherentes con las que ha tomado Venezuela, que no son paralelas”, advirtió la funcionaria panameña.
De Saint Malo –quien aparece en una lista de altos funcionarios panameños confeccionada por el gobierno venezolano con los que ordena cortar cualquier relación económica– no adelantó qué tipo de medidas de represalias podría adoptar el país centroamericano, que ha recibido en los últimos años decenas de miles de venezolanos que huyen de la crisis política y socioeconómica.
Detalles
La canciller detalló que de momento su país va a mantener abierta la sede diplomática en Caracas con un mínimo de personal para atender asuntos cotidianos, aunque resaltó que “realmente Panamá se siente agredido y no tiene nada que buscar (con Venezuela), excepto valorar qué otras medidas puede tomar en respuesta a las medidas que ha tomado Venezuela”.
Suspensión
El gobierno del presidente Nicolás Maduro suspendió temporalmente las relaciones económicas con un grupo de empresas y altos funcionarios panameños como represalia a la decisión de Panamá de incluir en una lista de «alto riesgo» al líder de ese país y a otros colaboradores ante la preocupación de que incurran en operaciones de blanqueo de capitales.
PUBLICIDAD
La medida de Maduro sacudió el transporte aéreo internacional de Venezuela al paralizar las operaciones de la aerolínea panameña Copa, que cubre el 36% de la demanda venezolana hacia Latinoamérica.
La jefa de la diplomacia panameña defendió la inclusión de Maduro y sus allegados en la lista de “alto riesgo” con el argumento de que Panamá busca defender su plataforma de servicios financieros, golpeada en los últimos tiempos por escándalos como los “Papeles de Panamá”, de actividades con dinero dudoso. AP
