Según el artículo 148 de la Carta Magna, el Presidente, durante sus tres primeros años de gestión, puede disolver la Asamblea Nacional en casos específicos, como dificultar la gobernabilidad. También, la Asamblea puede destituir al Mandatario.
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Aunque no la ha utilizado en los siete años de vigencia de la Constitución de Montecristi, en el 2010 y 2011, el expresidente Rafael Correa aludió a la “muerte cruzada” y, el pasado 29 de agosto de 2017, Ricardo Patiño, exconsejero de Gobierno y vicepresidente de Alianza PAIS, aseguró que no se ha descartado este recurso en caso de que las políticas del Presidente no vayan acorde con la Revolución Ciudadana.
En una sentencia interpretativa de septiembre del 2010, la Corte Constitucional estableció que esta figura no es de reelección sino de un referéndum ratificatorio. Es decir, que las elecciones inmediatas serían para que el Presidente que optó por la “muerte cruzada” y la Asamblea completen el período.
¿Qué es la ‘muerte cruzada’?
Es la facultad jurídica-política que permite al Congreso disolver al Ejecutivo, y viceversa, y convocar a elecciones generales. La muerte cruzada solo se puede aplicar una vez en los tres primeros años de gestión.
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