La Maná, localizada en la región occidental de la Cordillera de Los Andes, en la provincia de Cotopaxi, es una zona reconocida por su potencial agrícola.
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Junto a Destinos, de Ikono – Productora Audiovisual, visitamos este sector del país para conocer cómo uno de sus productos “estrella” dinamiza la actividad económico y el turismo cultural.
Se trata de la tagua, también conocida como nuez de marfil o marfil vegetal, es utilizada para confeccionar artesanías de una gran belleza.
Esta semilla, luego de luego de ser recolectada, son preservadas usualmente por uno o dos años con el objetivo de secarlas. Con esto, se logra mejorar las características de la semilla para el proceso de torno o talla.
Ricardo Acurio, uno de los artesanos del sector, cuenta que empezó a trabajar la tagua con su primo, en un pequeño taller cerca de La Maná.
Empezamos a trabajar con concha y perla, después con coral y luego con la tagua, que es una materia prima de la zona.
Para Acurio, el desarrollo de este tipo de trabajo también es un aporte para promover el turismo, y además, difundir el arte y la habilidad de quienes ahí trabajan, indicó.
Los beneficios que brinda la planta de tagua son múltiples, casi todas sus partes son utilizadas, sin requerir la tala del árbol: en medicina, construcción, moda, balanceado para ganado, entre otras.