El ser humano experimenta diferentes etapas y momentos de todo tipo.
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Sin duda, el desamor hace acto de presencia en algún instante en la vida de un ser humano ya sea a través del amor no correspondido, en otros casos, a través de una ruptura y también como consecuencia de la muerte que supone el adiós definitivo.
El desamor produce consecuencias a nivel físico.
Por ejemplo, alguien que siente el vacío inmenso del desamor siente un elevado grado de tristeza que pesa a nivel físico, es decir, produce un enorme cansancio por lo que el afectado tiene dificultades incluso para levantarse de la cama.
La tristeza produce una falta de ilusión y de motivación latente que ofrece una perspectiva del presente gris y distorsionada.
Por otra parte, el desamor también produce una incapacidad absoluta para poder disfrutar de aquellas actividades que antes resultaban atractivas puesto que el pensamiento no puede ir más allá de la persona que se anhela.
Sin duda, en el desamor nos es más difícil concentrarnos en tareas intelectuales o en otras gestiones que requieren un elevado grado de atención.
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La tristeza que surge de un fracaso amoroso también puede manifestarse a través de la alimentación.
Algunas personas experimentan un vacío inmenso que pretenden llenar a través de la comida.
Por el contrario, también puede suceder el efecto contrario, es decir, que el apetito disminuya.
Los efectos que produce el desamor se prolongan de una manera temporal que varía en función de cada caso del mismo modo que los síntomas del enamoramiento tampoco son eternos. Pueden durar hasta 6 meses.
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Fuente: Salud Mente Sana
