Hoy mucho de eso ha pasado a ser historia por el auge de la era digital. Y no se trata solo del poco uso que se le da al papel sino de la agilización de los trámites, de cuánto se ha facilitado cada proceso.
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Reservar desde el teléfono celular, hacer cambios en un itinerario, pagar, cotizar y hasta conocer un sitio antes de llegar a él, todo eso y más es posible y lo mejor y más retador: vienen otras transformaciones.
¿Qué viene en materia de tecnología aplicada al turismo?
En los próximos años ni siquiera se necesitará un correo electrónico para respaldar la reserva, y bastará con usar el teléfono celular para abrir la puerta de la habitación incluso sin pasar por la recepción. Así como se anuncia la desaparición del dinero físico, habrá numerosas aplicaciones para agilizar transacciones con la seguridad y la comodidad nunca antes imaginadas.
Uno de los productos que representa el avance tecnológico en el ámbito del turismo es el boleto aéreo. Desde que en el año 2000 la IATA permitió el uso libre de los boletos electrónicos se empezó a reducir el uso de papel para este fin y hoy ya no se utiliza. Los cambios se reportan por correo electrónico. Esto ha incidido también en la agilización de procesos internos, sobre todo en aquellos adicionales derivados del pago de exceso de equipaje o recargo por transporte de mascotas.
En ese sentido se está transformando también el mundo hotelero, aunque un poco más lento porque es de mayor tamaño que el de la aviación, en la que se cuenta con unas 1500 aerolíneas frente al millón de hoteles que puede haber. Además, las aerolíneas de todo el mundo están asociadas en un solo organismo, la IATA, mientras que los hoteles no tienen una agremiación así de poderosa, además de que hay una enorme cantidad que es independiente, o sea que no pertenece a las grandes cadenas hoteleras.
Es igualmente cierto que la tecnología no ha llegado por completo a todos los rincones relacionados con el turismo. En las navieras comerciales, por ejemplo, todavía realizan numerosos procesos de reservación manuales.
Despegar.com por su parte, es una compañía que permanentemente aporta a esta transformación digital en el turismo. Desarrollos propios de alta tecnología permiten ofrecer a sus 17 millones de clientes una plataforma ágil y segura donde pueden encontrar vuelos, paquetes de viaje, alojamientos y otros productos relacionados con el sector.
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Sin embargo, toda esta transformación digital busca la satisfacción y comodidad de los clientes, entre quienes se encuentran los millenials, es decir, jóvenes que trabajan y tienen suficiente poder adquisitivo.
Es una población que exige cien por ciento atención ágil, segura y muy descomplicada. “Un joven de estos no considera siquiera la posibilidad de salir de su oficina, pasar tiempo en medio del tráfico, pagar estacionamiento para entrar a una agencia de viajes. Todo ese proceso lo quiere hacer en un solo click desde su dispositivo electrónico”, afirma Jorge Luis Páez, Country Manager de Despegar.
Dentro de las acciones que las compañías y las agremiaciones emprenden para actualizar sus procesos e ir un paso adelante en materia de tecnología, están las relaciones del sector privado con el oficial, la promoción del turismo puede cumplir objetivos tanto de los organismos como de las empresas turísticas, y así avanzar de la mano en éste, uno de los más grandes segmentos del ecommerce.
Otro sector que la industria turística valora es el académico, pues allí precisamente se encuentra la base de futuros profesionales del turismo. “Ellos son los que en el corto plazo van a tomar las posiciones de liderazgo en las compañías y deben tener esta nueva visión que sintetiza dos décadas de avances en tecnología”, afirma Jorge Luis Páez.
Hoy por hoy, Ecuador cuenta con plataformas de comercio electrónico, aunque pocas trabajan con base local. Se espera que en el futuro sean más las que lo hagan. De ahí que sea fundamental enseñarles a los estudiantes que en el futuro del país ellos estarán llamados a salvar a muchas compañías si las ayudan a dejar atrás la forma tradicional de hacer negocios y las habilitan para competir en el contexto internacional, que se mueve hacia un mundo digital. E
sto es una realidad hoy mismo; está pasando en los mercados más desarrollados, en Europa y Estados Unidos, donde el 50 % de las transacciones de turismo se hacen en un sitio web. En síntesis, en materia digital, el futuro es ahora, o incluso empezó a construirse ayer.