Los manifestantes no dan el brazo a torcer y advirtieron que mantendrán las protestas en todo el país. En la jornada de ayer, la acción policial con muchos más arrestos (1.723 en toda Francia, de los cuales 1.082 en París) sin embargo redujo considerablemente el número de heridos.
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Detrás de los hechos de violencia hay reclamos genuinos por parte de los protestantes. «Pedimos más justicia socia”, es el clamor de algunos manifestantes. El detonante de las manifestaciones fue la subida de impuestos a la gasolina, medida aconsejada por los expertos en medio ambiente para disminuir el consumo de combustibles fósiles.
Sin embargo, una parte de la clase media, que desde hace muchos años enfrenta restricciones por el elevado desempleo y los bajos salarios, lo sintió como una gran injusticia. Sobre todo, por parte del gobierno que redujo los impuestos patrimoniales a los ricos para evitar que se lleven al extranjero sus fortunas.
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La respuesta del Gobierno
Los ‘chalecos amarillos’, movimiento sin ideologías, ni líderes, siguen en protestas en todo Francia, es así que Macron decidió dar marcha atrás con la suba de impuestos, sin embargo las protestas continúan, el sábado más de 1.700 personas fueron arrestadas en todo el país, y 118 resultaron heridas. El presidente francés convoco mañana a sindicatos y patronal para abordar la crisis. Según la emisora France Info, a la cita, fijada para las 10.00 hora local, también está previsto que acudan los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado, así como responsables de asociaciones de municipios y regiones.
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