Un violento ataque estremeció a Flor de Bastión, en el noroeste de Guayaquil.
La mañana del domingo 30 de noviembre, seis miembros de una familia fueron asesinados durante una reunión de cumpleaños.
Entre las víctimas está una adulta mayor de 81 años, quien celebraba su aniversario.
Un sobreviviente en shock y una escena devastadora
Dentro de la vivienda del bloque 8, la Policía encontró a un joven de 23 años acorralado en un rincón, en estado de shock.
Él fue el único sobreviviente y presenció el asesinato de sus familiares. El capitán Patricio Morocho indicó que permaneció en el sitio porque no tenía a dónde ir tras el levantamiento de los cuerpos.
Disputa entre facciones criminales habría motivado el ataque
Según las primeras indagaciones, el joven afirmó pertenecer a Tiguerones Igualitos, una facción derivada de Los Tiguerones.
Los atacantes, en cambio, se identificaron como Activos Fénix, grupo rival que busca el control de actividades ilícitas en Nueva Prosperina.
La masacre habría sido un acto de tortura y amedrentamiento dirigido al joven, a quien dejaron con vida para presenciar el crimen.
Terror en el barrio y nuevas alertas de violencia
Vecinos observaron con temor el procedimiento policial, sin atreverse a salir completamente de sus viviendas.
También pidieron apoyo para el joven sobreviviente y un perro que quedó desorientado.
El hecho ocurrió apenas un día después del asesinato de otro joven en el bloque 7, en un caso que también se relacionaría con disputas entre bandas.
Ante esto, la Policía intensificó los patrullajes para evitar nuevos ataques.
Violencia en aumento en la Zona 8
Con esta masacre, las muertes violentas en la Zona 8 —Guayaquil, Durán y Samborondón— ascienden a 2.778 en lo que va del año. Solo en Nueva Prosperina se contabilizan 573, reflejando la creciente presión del crimen organizado en el sector.

