Los centros médicos privados de segundo nivel que brindan servicios al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) anunciaron que desde el 1 de diciembre de 2025 dejarán de recibir pacientes derivados.
La decisión surge por la deuda acumulada que el IESS mantiene desde 2023, la falta de auditorías y el retraso en los pagos que compromete la estabilidad de estas instituciones.
Una crisis financiera que se agrava
Según la Asociación Nacional de Prestadores, el panorama es insostenible. No se realizan auditorías desde 2023, el 2024 permanece totalmente impago y solo se han recibido abonos parciales de algunos meses del 2025.
Esto ha generado que varias unidades de salud operen al límite, sin recursos para cubrir nóminas, insumos ni la continuidad de los servicios.
El gremio advirtió que, de mantenerse esta situación, numerosos centros deberán cerrar sus puertas y despedir al personal médico y administrativo, lo que afectará gravemente a la red de atención nacional.
Miles de afiliados quedarán sin atención
Con la suspensión del servicio, miles de afiliados del IESS que dependen de la red privada para consultas, cirugías y tratamientos quedarán sin atención, excepto en casos de emergencias vitales.
El rol de los prestadores externos
Los prestadores de segundo nivel son parte fundamental de la red contratada por el IESS para cubrir la demanda que sus hospitales no pueden absorber.
En estas unidades se ofrecen consultas especializadas, hospitalización, cirugías y diagnósticos, servicios que ahora quedan en riesgo ante la falta de pago.

