La coordinación internacional entre la Policía Nacional de España y las autoridades de Ecuador permitió la detención de un hombre acusado de violencia de género y detención ilegal contra su pareja y su hija de siete meses.
Ambas víctimas, de nacionalidad española, habían viajado en octubre a Guayaquil para que el padre pudiera conocer a la bebé.
La denuncia que activó la investigación
El caso se inició semanas atrás cuando el padre de la mujer, alarmado, acudió a la Policía española tras recibir un video perturbador: su hija aparecía sangrando por la boca, aparentemente tras una agresión física.
La joven había logrado pedir a sus padres que alertaran a las autoridades, pues temía que su pareja la dejara volver a España en diciembre, pero retuviera ilegalmente a la menor en Ecuador.
Ante la gravedad del caso, se activó de inmediato la cooperación internacional entre ambos países para dar con el paradero de las víctimas.
Agresiones constantes y riesgo para la bebé
Durante las pesquisas, los investigadores descubrieron que la mujer seguía siendo agredida diariamente, acumulando lesiones visibles en distintas partes del cuerpo.
Además, las agresiones habían comenzado a dirigirse también contra la bebé de siete meses, especialmente cuando lloraba, aumentando el nivel de riesgo.
La intervención del Consejero de Interior de la Embajada de España en Ecuador fue clave para localizar el domicilio donde se encontraban madre e hija.
Operativo de rescate ante amenazas armadas
Con la información ya confirmada, las autoridades ecuatorianas desplegaron dos equipos tácticos de intervención, dado que el agresor había advertido que abriría fuego si aparecía la Policía.
El operativo se ejecutó de manera urgente y permitió localizar a las víctimas en Guayaquil, culminando con la detención del responsable sin que se produjeran enfrentamientos.
Atención médica y protección para las víctimas
Tras el rescate, la mujer y la niña fueron trasladadas a un centro hospitalario, donde personal médico evaluó sus lesiones y estado general. Ambas permanecerán en una casa de acogida hasta que finalicen los trámites legales y migratorios que les permitan regresar de forma segura a España.
La operación se considera un ejemplo de respuesta rápida y efectiva en casos de violencia de género con alcance internacional, donde la cooperación entre países resulta fundamental para salvar vidas.

