Fethullah Üzümcüoğlu y Esra Polat decidieron renunciar a la tradicional fiesta de boda en Kilis, Turquía. Al ver de cerca las dificultades de los refugiados sirios que llegaban a la ciudad, sintieron que su unión podía tener un propósito mayor: ayudar a quienes más lo necesitaban.

Sirviendo a miles de corazones
El día de la boda, vestidos de novios, se unieron a voluntarios y familiares para repartir comida caliente.
Durante varias horas, lograron atender a unas 4,000 personas, muchas de ellas niños y familias que habían perdido su hogar por la guerra. Cada plato entregado representó un gesto de esperanza y solidaridad.
Un ejemplo que inspira
El gesto de la pareja emocionó a la comunidad local y trascendió fronteras.

Otros novios en Turquía comenzaron a replantear sus celebraciones, incorporando acciones solidarias en sus bodas. La historia se difundió a nivel internacional como un recordatorio de que la generosidad puede transformar vidas.

Comenzar juntos con un acto de amor
“Empezamos nuestro camino de felicidad haciendo a otras personas felices”, compartieron los novios. Su decisión refleja que los momentos más especiales pueden convertirse en oportunidades para dar y tocar el corazón de quienes más lo necesitan.

