La Agencia Metropolitana de Control (AMC) ejecutó nuevos operativos en el Distrito Metropolitano de Quito que revelan graves irregularidades en el faenamiento de aves de corral. Dos establecimientos en Calderón y un matadero en Los Cóndores fueron clausurados por insalubridad, manipulación inadecuada de alimentos y prácticas para alterar el peso de los pollos destinados al consumo.
Graves condiciones de insalubridad en Calderón
Durante el operativo en la parroquia rural de Calderón, al norte de la capital, la AMC clausuró dos centros clandestinos de faenamiento. En conjunto con Rastro Quito y Agrocalidad, se decomisaron 375 pollos que estaban listos para su distribución.
Dentro de los establecimientos se encontraron condiciones críticas:
- Pollos colocados directamente sobre el suelo, junto a basura y escobas.
- Ollas, cuchillos, balanzas y otros utensilios oxidados.
- Cocinas con superficies de madera, un material que facilita la proliferación de bacterias.
- Riesgo evidente de contaminación cruzada, debido al manejo antihigiénico de los alimentos.
Según Edwin Chicaiza, líder zonal de la AMC en Calderón, se presume que los animales se vendían entre USD 4 y USD 5 a comercios de varios sectores, incluyendo San Camilo, Carapungo, Mitad del Mundo, La Ofelia, Bellavista e incluso Sangolquí.
Pollos serán destruidos por no ser aptos para el consumo
Técnicos de Agrocalidad recordaron que el faenamiento requiere procesos controlados: transporte adecuado, lavado, manipulación higiénica y conservación en frío. Nada de esto se cumplía en los camales intervenidos.
Rastro Quito confirmó que los 375 pollos decomisados serán destruidos, ya que representan un riesgo sanitario y un posible foco de enfermedades.
De acuerdo con el Código Municipal, los responsables de estos centros podrían enfrentar multas de 9 a 15 remuneraciones básicas, equivalentes a entre USD 4 230 y USD 7 050.
Clausura en el sur de Quito por inyectar agua a los pollos
En otro operativo, la AMC intervino un matadero ubicado en el barrio Los Cóndores, al sur de la ciudad. Allí, se decomisaron 600 libras de carne de pollo que mostraban indicios de haber sido inyectadas con agua para incrementar su peso y venderlas a mayor valor.
Esta práctica, además de fraudulenta, afecta la calidad del producto y puede acelerar el crecimiento de bacterias, representando un riesgo para la salud.
Incremento de clausuras en 2024 y 2025
Las autoridades del Distrito reportaron que durante 2024, la AMC clausuró nueve camales clandestinos. En lo que va de 2025, ya suman alrededor de 15, lo cual evidencia un crecimiento preocupante de esta actividad ilegal.
La AMC enfatizó que mantendrá los operativos de control, debido a la proliferación de establecimientos que operan sin permisos, sin condiciones mínimas de higiene y poniendo en riesgo la salud pública.