La propuesta de los sindicatos para elevar el Salario Básico Unificado (SBU) en USD 105 para 2026 abrió nuevamente el debate sobre la capacidad económica del país, el costo de vida y los efectos que tendría un incremento de esa magnitud en el mercado laboral. Para comprender el panorama, Metro Ecuador conversó con Juan Carlos Salvador, economista, magíster y expresidente del Colegio de Economistas de Pichincha.
El contexto económico: ¿qué dicen las cifras oficiales?
De acuerdo con Salvador, la economía ecuatoriana crecería un 1,8% en 2026, un registro positivo, pero con una marcada desaceleración respecto al rebote económico observado en 2025.
A esto se suma que la proforma presupuestaria proyecta una inflación promedio anual del 3,2%, indicador técnico que históricamente sirve de referencia para los ajustes salariales.
En la última década, el incremento anual del SBU ha promediado USD 10 por año. Con esos datos, el economista sostiene que un aumento razonable debería tomar como base la inflación, es decir, alrededor de USD 15,02.
“Ese sería un piso técnico coherente con la situación económica actual”, señala Salvador.

La propuesta sindical: SBU + USD 105
La propuesta del FUT, CUT y otros gremios plantea un aumento de USD 105 con base en el encarecimiento de la canasta básica, el alto costo de vida y la precarización laboral. Argumentan que el salario actual ya no cubre las necesidades mínimas para una familia.
Para Salvador, el reclamo está alineado con una problemática real, pero no necesariamente con la capacidad económica del país.
Canasta básica vs. canasta vital: ¿qué se puede cubrir con el SBU?
El economista explica que la canasta básica actualmente se ubica en USD 823, mientras que la canasta vital alcanza los USD 575. La diferencia entre ambas radica en la cantidad de productos y servicios considerados.
“En Ecuador, dos perceptores pueden cubrir la canasta vital, pero no la básica. Ese es el origen de la brecha salarial que los sindicatos buscan corregir”, señala.
El impacto del diésel, la carga tributaria y los costos empresariales
Salvador advierte que las empresas enfrentarán un triple impacto en 2026:
- Eliminación del subsidio al diésel.
- Incremento de costos operativos.
- Carga tributaria para micro y pequeñas empresas.
“Si se incrementa excesivamente el salario sin medidas paralelas de alivio, muchas empresas deberán ajustar nóminas o postergar inversiones”, indica.
¿Un aumento fuerte reactivaría la economía?
Sobre el impacto positivo que buscan los sindicatos, Salvador asegura que la respuesta no es automática.
“El salario cumple dos funciones: para el trabajador es ingreso, pero para la empresa es gasto. Si los costos suben sin que aumenten las ventas, habrá recortes. La reactivación no depende solo de subir el salario, sino de lograr un equilibrio entre demanda y capacidad productiva”.
¿Qué debería hacer el Gobierno?
El economista recomienda que el Ejecutivo adopte una política económica integral, enfocada en:
- Incentivos permanentes para sectores vulnerables.
- Reducción de cargas tributarias para micro y pequeñas empresas.
- Medidas para impulsar el consumo sin poner en riesgo el empleo.
¿Entonces, es viable un aumento de USD 105?
Según Salvador, técnicamente no, dado el crecimiento económico previsto, la inflación proyectada y el impacto en los costos empresariales. Sin embargo, reconoce que el debate es necesario para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
La decisión deberá ser resuelta por el Consejo Nacional de Salarios, donde este lunes iniciaron diálogos entre sindicatos, empresarios y el Ministerio del Trabajo.

