En un video viral captado por cámaras de seguridad, un conductor en Curicica, Río de Janeiro, reaccionó a un intento de robo por parte de dos hombres en motocicleta el 8 de noviembre, embistiéndolos no una sino dos veces.
¿Dónde ocurrieron los hechos y cómo se desarrolló el asalto?
El incidente se registró a las 11:46 a. m. en la calle Porto Vitória, en la zona suroeste de Río. Los asaltantes, según reportes, ya habían cometido otros robos en la zona esa mañana. En el video se observa que el copiloto de la moto saca un arma para amenazar al conductor, que en vez de detenerse acelera para embestirlos.
¿Qué sucedió después de la primera embestida?
En el primer impacto, el asaltante armado —quien iba de copiloto— sale proyectado contra otro vehículo y queda herido. Ante esto, el conductor retrocede con su vehículo para realizar una segunda embestida, aplastando con las llantas al agresor que estaba en el suelo.
¿Cuál fue la reacción de la policía y el destino de los asaltantes?
Tras la agresión, la Policía Militar del batallón de Jacarepaguá intervino y detuvo al conductor de la motocicleta que huyó a pie. El copiloto herido fue llevado a un hospital por los bomberos, bajo custodia policial. Según fuentes, tenía mandado de prisión vigente y fue arrestado en flagrancia con un arma.
¿Qué dicen los medios y las redes sobre el caso?
El incidente ha generado división de opiniones: mientras algunos usuarios en redes celebran la reacción “justiciera” del conductor, otros advierten sobre los riesgos legales y éticos de usar un vehículo para responder a un crimen.
De momento, no se ha revelado la identidad del conductor, aunque medios locales afirman que el automóvil podría estar blindado. Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer el origen exacto del incidente y el grado de culpa de cada parte involucrada.
ConclusiónEste caso en Río de Janeiro vuelve a abrir un debate candente sobre la autodefensa y la justicia por mano propia. Una reacción agresiva y violenta, captada por cámaras, ha puesto en el centro la delicada línea entre la víctima y el agresor, y cómo la sociedad y las instituciones deben responder.

