El juicio por el mortal accidente registrado en la montaña rusa Jetline, en el parque de diversiones Gröna Lund, en Estocolmo (Suecia), avanza con nuevos testimonios que han estremecido a la opinión pública. El hecho ocurrió en junio de 2023, cuando la atracción sufrió una falla mecánica que provocó un descarrilamiento parcial. Una mujer murió y nueve personas resultaron heridas.
Entre las sobrevivientes se encuentra Karin Elmegard, quien cayó desde una altura de seis metros cuando el último vagón del tren se desprendió de las vías. Ella y su esposo, Mikael, iban en la parte trasera de la atracción cuando el soporte inferior del carro se rompió, lo que hizo que el tren se sacudiera violentamente.
Karin no logró sujetarse y cayó al vacío. Su esposo alcanzó a aferrarse a una viga, mientras observaba cómo ella impactaba contra el suelo del parque. “Cuando la vi tirada, con la cara cubierta de sangre, no sabía si había sobrevivido”, relató Mikael ante los medios locales.
Durante la audiencia, se mostraron al juez las imágenes captadas por cámaras de seguridad minutos antes y durante el accidente. Karin dijo que no puede soportar verlas, pues continúan provocándole estrés y recuerdos traumáticos. Tras el impacto, fue sometida a una cirugía de emergencia.
El día del accidente, 14 personas estaban a bordo de la montaña rusa. De acuerdo con las primeras investigaciones, un brazo de soporte debajo de los vagones se fracturó, causando que el tren se detuviera abruptamente y se saliera parcialmente de los rieles. Testigos relataron que varios pasajeros “salieron volando” ante la brusca interrupción del recorrido.
Antes de caer, Karin notó que un objeto cayó desde uno de los vagones delanteros, generando pánico entre los ocupantes. “Lo siguiente que supe es que estaba en el suelo y sentía un dolor inmenso”, recordó.
Ahora, fiscales alegan que Gröna Lund no cumplió con las normas de seguridad establecidas para sus atracciones. La demanda asciende a 18 millones de coronas suecas (aproximadamente 1,9 millones de dólares). El parque y dos empresas encargadas de la inspección y mantenimiento niegan cualquier responsabilidad.
El caso continúa en tribunales mientras las víctimas buscan una compensación y exigen que el incidente impulse cambios en los protocolos de seguridad de parques temáticos en el país.

