Nuevos datos revelados por el ministro del Interior, Jhon Reimberg, detallan el complejo entramado que permitió a Wilmer Geovanny Chavarría Barre, alias “Pipo”, evadir a la justicia ecuatoriana y trasladar su poder criminal a Europa.
El cabecilla de Los Lobos, considerado uno de los delincuentes más peligrosos del país, operó en las sombras durante casi cuatro años, hasta ser finalmente capturado en España.
Así lucía antes:

Se sometió a siete cirugías:
Reimberg confirmó que desde su falsa muerte, Pipo se sometió a siete cirugías para cambiar su rostro. En una fotografía de la Policía se pudo ver el proceso.

Tiene cirugías en sus ojos, nariz, mentón y pómulos. Decidió crecer su barba y su cabello. Además, la fisionomía de su cuerpo cambió en el aumento de su masa muscular.

Fingió su muerte para desaparecer del radar
La operación de fuga comenzó en 2021, cuando Pipo difundió la noticia de su presunto fallecimiento.
El supuesto deceso, respaldado por documentación y rumores dentro de estructuras criminales, le permitió desactivar alertas policiales y convencer a las autoridades de que había dejado de ser una amenaza activa.
Esta maniobra, según Reimberg, fue clave para desorientar a los organismos de seguridad ecuatorianos.
Nueva identidad en Venezuela: el primer paso del escape
Una vez consolidada la versión de su muerte, Chavarría Barre viajó a Venezuela, donde obtuvo una identidad falsa.
Con esos documentos logró moverse con libertad y reconstruir su red delictiva fuera del país.

Esta nueva documentación se convirtió en el pilar de su estrategia para crear una vida paralela lejos de Ecuador.
Pasaporte colombiano: la pieza que completó la fuga
Posteriormente, Pipo logró registrarse en Colombia y obtener un pasaporte colombiano, lo que le permitió viajar sin levantar sospechas.
Este paso, según el ministro, fue decisivo para borrar su rastro en Sudamérica y eludir los filtros migratorios ecuatorianos.
Instalación en España y conexiones criminales en Europa
Con su nueva identidad consolidada, Pipo viajó en 2022 a España, donde instaló su base de operaciones.
Desde allí coordinó un esquema de narcotráfico con conexiones en Países Bajos, Italia, Alemania, México y Colombia, además de mantener vínculos con el Cártel Nueva Generación Ecuador (CNGE) y otros grupos delictivos.
La colaboración entre autoridades españolas y ecuatorianas permitió finalmente ubicarlo y capturarlo, cerrando así uno de los capítulos más complejos en la historia reciente del crimen organizado ecuatoriano.
Reimberg indicó que por el momento no puede indicar si Pipo será extraditado a Ecuador, pero añadió que con el pasar de las horas darán más información.

