La captura de Wilmer Chavarría Barré, alias Pipo, uno de los líderes criminales más buscados de Ecuador, reveló el complejo entramado que utilizó para ocultarse durante años en Europa.
Su detención en Málaga, España, dejó al descubierto una transformación física y documental que le permitió evadir a las autoridades desde 2021.
Pipo se cambió de nombre y nacionalidad:
Al momento de su captura, Pipo lucía bigote, una nariz más perfilada y un corte de cabello diferente.
Su imagen distaba notablemente de las últimas fotografías registradas cuando estuvo detenido en Ecuador. El objetivo era claro: borrar cualquier rastro que permitiera reconocerlo.
El comandante de la Policía Nacional, Pablo Dávila, informó que el cabecilla de Los Lobos también había adoptado una identidad completamente nueva.
En Europa se hacía llamar Danilo Fernández, un supuesto venezolano originario de Maracaibo.

La ruta de fuga: Venezuela, Colombia y finalmente España
El ministro del Interior, John Reimberg, detalló que Chavarría Barre inició su plan de escape en Venezuela, donde obtuvo su primera identidad falsa.
Posteriormente, logró sacar un pasaporte colombiano, documento con el que ingresó a España sin levantar sospechas migratorias.
El rastro de Pipo se extinguió en Ecuador tras fingir su muerte en 2021, en plena pandemia de COVID-19.

Desde Europa —y amparado por su nueva identidad— continuó ordenando asesinatos y coordinando operaciones criminales.
Conexiones con narcotráfico y coches bomba
Las investigaciones señalan que alias Pipo mantenía control de rutas del narcotráfico junto al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además de operar en actividades de minería ilegal y estar vinculado a la colocación de coches bomba en Guayaquil.
Tras su captura, será puesto a disposición de la justicia ecuatoriana, cerrando así uno de los capítulos más complejos en la persecución del crimen organizado transnacional.

