El Gobierno ecuatoriano ejecutó un nuevo operativo de seguridad que incluyó el traslado del expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, hacia la recién inaugurada Cárcel del Encuentro, ubicada en la provincia de Santa Elena.
Este movimiento forma parte del plan nacional para reubicar a reos considerados de alta peligrosidad o con gran influencia dentro del sistema penitenciario.
Alias ‘El Diablo’ fue sentenciado por delincuencia organizada, asociación ilícita y obstrucción a la justicia.
Hasta ahora permanecía recluido en la Cárcel 4 de Quito, donde ingresó tras obtener un habeas corpus en agosto de 2024.
Antes de ello, estuvo detenido en el centro de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
Jorge Glas también fue reubicado
Entre los presos trasladados también se encuentra el exvicepresidente Jorge Glas, quien fue arrestado en 2024 dentro de la Embajada de México en Quito, en un caso que generó gran tensión diplomática. Glas cumple tres condenas por corrupción, incluyendo ocho años de prisión por cohecho y asociación ilícita, además de trece años más por peculado, por el presunto desvío de fondos públicos.
Su inclusión en el grupo de reos reubicados responde a la política del Ejecutivo de aislar a los líderes políticos y criminales que podrían mantener redes de poder desde prisión.
Más traslados de alto riesgo
El operativo también involucró al exasambleísta socialcristiano Pablo Muentes, sentenciado por delincuencia organizada, así como a varios cabecillas de bandas delictivas identificados por sus alias: Invisible, Fede, Palanqueta, Negro Tulio y Colón Pico. Todos ellos fueron reubicados bajo estrictas medidas de seguridad, en un despliegue coordinado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
La Cárcel del Encuentro, símbolo del nuevo modelo penitenciario
El traslado masivo forma parte del plan del Gobierno del presidente Daniel Noboa, quien busca consolidar el funcionamiento de la Cárcel del Encuentro, considerada la más segura del país. Este recinto de alta tecnología, inspirado en modelos internacionales, pretende cortar la comunicación entre reclusos y organizaciones delictivas externas, reduciendo así la violencia y el crimen organizado dentro del sistema penitenciario ecuatoriano.

