El destructor USS Gravely, de la Armada de Estados Unidos, arribó este domingo a Trinidad y Tobago para desarrollar ejercicios militares y operaciones de cooperación en seguridad marítima, como parte del más reciente despliegue naval de Washington en el mar Caribe.
¿Qué hace el USS Gravely tan cerca de Venezuela?
La presencia del buque estadounidense tiene tres propósitos principales:
- Ejercicios de entrenamiento conjunto con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago para reforzar la seguridad marítima regional.
- Operaciones de control contra el narcotráfico y el crimen transnacional, una prioridad del Comando Sur de EE.UU. en el Caribe.
- Mostrar presencia estratégica frente a las costas venezolanas en un momento de tensión política y militar en la región.

El destructor ancló en un muelle de Puerto España alrededor de las 09:00 bajo estrictas medidas de seguridad, según constató la agencia EFE.
Un arribo con mensaje geopolítico
El arribo del USS Gravely, a tan solo 11 kilómetros de las costas venezolanas, no pasó inadvertido. El buque permanecerá varios días en aguas trinitenses acompañado por la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina de EE.UU., que también participará en maniobras tácticas y humanitarias.
El vicepresidente de la Cruz Roja de Trinidad y Tobago, Edward Moodie, señaló que la presencia militar “debe fortalecer la colaboración y no la confrontación”.

“Nuestro objetivo debe ser el de proteger vidas y asegurar que los esfuerzos humanitarios y de seguridad vayan de la mano”, afirmó el funcionario.
Por su parte, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar defendió la visita, señalando que Trinidad y Tobago mantiene su compromiso con la cooperación y la paz regional, aludiendo que las maniobras son parte de un programa de asistencia bilateral en seguridad marítima.
“La visita del USS Gravely es parte de esa colaboración constante en la lucha contra el crimen transnacional”, sostuvo.
Un despliegue en medio de tensiones con Venezuela
El arribo del destructor ocurre en el contexto de un aumento del poderío militar estadounidense en el Caribe. Bajo órdenes del presidente Donald Trump, Estados Unidos ha desplegado buques de guerra, submarinos y aeronaves de combate como parte de una operación ampliada contra el narcotráfico, pero también como mensaje político hacia el Gobierno de Nicolás Maduro.

Solo la semana pasada, el Pentágono envió al Caribe el portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense, tras varios ataques contra lanchas presuntamente vinculadas al narcotráfico.
Las autoridades de defensa estadounidenses han informado que las operaciones en el Caribe y el Pacífico han dejado 43 muertos en diez bombardeos contra embarcaciones sospechosas, lo que ha incrementado las críticas de gobiernos de la región.

