El 6 de mayo de 2016 quedó grabado en la memoria del país. Esa noche, Paulina Tamayo, conocida como La Grande del Ecuador, hizo historia al convertirse en la primera artista femenina ecuatoriana en llenar por completo el Coliseo General Rumiñahui. El concierto, titulado “Paulina Tamayo: 45 años a lo grande con la grande”, marcó un antes y un después en la música nacional.
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El recinto, con capacidad para más de 16.000 personas, vibró al ritmo de los pasillos, sanjuanitos, albazos y boleros que inmortalizaron a la artista. Fue la primera vez que un espectáculo de música nacional agotó todas sus entradas en el centro de espectáculos más importante del Ecuador. Aquella noche no solo se celebraban 45 años de carrera artística, sino también una vida entera dedicada a la cultura ecuatoriana.
Un logro que rompió barreras
Con su voz poderosa y su presencia magnética, Paulina Tamayo demostró que la música ecuatoriana podía llenar estadios y mover multitudes. Fue un hito no solo por la magnitud del evento, sino porque rompió una barrera histórica para las mujeres en la música.
La artista ofreció un espectáculo impecable, acompañada de músicos, bailarines y colegas que compartieron el escenario en una noche que fue más allá del entretenimiento: fue una declaración de amor al país. Cada interpretación, desde Callecita de amor hasta Amor, dolor, estuvo cargada de emoción, orgullo y gratitud.

Un legado inmortal
De aquel concierto nació un DVD titulado “A lo grande con La Grande en Vivo”, distribuido a nivel nacional y agotado en cuestión de horas. Su éxito llevó a una gira internacional que recorrió más de 10 países, entre ellos España, Estados Unidos y Reino Unido, donde recibió el Galardón Estrella Latina por su impacto artístico.
Aquel 6 de mayo, Paulina Tamayo no solo conquistó un escenario: conquistó un lugar eterno en la historia cultural del Ecuador. Su triunfo en el Coliseo Rumiñahui simbolizó la fuerza de la mujer ecuatoriana, su talento y su capacidad para trascender fronteras.
Fallecimiento de Paulina Tamayo
El 21 de octubre de 2025, el país recibió con profunda tristeza la noticia de su fallecimiento, a los 60 años de edad. Su partida deja un vacío irreparable en la música nacional, pero también una huella imborrable en los corazones de quienes crecieron con su voz.
Su voz, su arte y su legado quedarán para siempre en la memoria de un país que hoy la despide, pero que jamás dejará de escucharla.