La investigación por el hallazgo de restos humanos en un departamento de Sauces 9, en el norte de Guayaquil, dio un giro decisivo cuando los agentes revisaron el teléfono de la principal sospechosa. En el dispositivo, los investigadores encontraron búsquedas en internet del tipo “cómo desintegrar huesos humanos” y “cómo evitar el olor de un cadáver”, además de imágenes que revelarían actividad vinculada al narcotráfico.
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Esos registros digitales, junto con otras evidencias, motivaron la orden de allanamiento que terminó con el macabro descubrimiento: restos humanos dentro de una lavadora y fragmentos en un tacho plástico, en el departamento donde vivía la familia.

Indicios digitales que encendieron las alarmas
El coronel Galo Muñoz, jefe nacional de la Dinased, explicó que la revisión forense del teléfono de Andreína L. S. arrojó búsquedas explícitas relacionadas con la manipulación y ocultamiento de restos humanos, así como fotografías de paquetes de droga.
“Al revisar el celular, los agentes encontraron fotos de paquetes de droga y búsquedas recientes en internet tipo ‘cómo desintegrar huesos humanos’ y ‘cómo evitar el olor de un cadáver’”, relató Muñoz.
Estos hallazgos coincidieron con otras inconsistencias en las versiones ofrecidas por la sospechosa desde la denuncia inicial por la desaparición de su madre, Martha Cecilia Solís, reportada ausente desde el 5 de octubre.

De las contradicciones a la orden de allanamiento
Según el jefe policial, la hipótesis de secuestro que inicialmente presentó Andreína —en la que afirmaba que una banda reclamaba 15.000 dólares— comenzó a desmoronarse por varias contradicciones y por la presentación de videos falsos que supuestamente mostraban a la víctima con vida. Los peritos determinaron que esos videos fueron generados con inteligencia artificial, lo que aumentó las sospechas.
El punto de quiebre en la investigación llegó cuando el padre de la sospechosa advirtió que en los falsos videos no aparecía la víctima sino su propia hija; esa observación, sumada a las búsquedas inquietantes en el teléfono, llevó a los investigadores a solicitar la orden de allanamiento.
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“Con esos elementos, la Policía gestionó una orden de allanamiento. Cerca de las seis de la tarde del jueves 16 de octubre ingresamos al departamento. Dentro de la lavadora hallamos restos humanos; el resto del cuerpo estaba en un tacho azul”, confirmó Muñoz.

Evidencias físicas que complementaron la prueba digital
Durante el registro del inmueble, los agentes encontraron ocho cuchillos metálicos y eléctricos, una amoladora, un machete, una balanza electrónica, 22,7 gramos de cocaína, una computadora y un teléfono celular —todos ingresados en cadena de custodia—.
La combinación entre la evidencia física (herramientas e indicios de manipulación del cadáver) y la evidencia digital obtenida del teléfono (búsquedas y fotografías) fue determinante para que la Fiscalía presente cargos por asesinato y solicite prisión preventiva para Andreína L. S., quien —según la Dinased— terminó confesando el crimen.
La confesión y el proceso judicial
Según el coronel Muñoz, la sospechosa confesó que atacó a su madre porque ésta se negó a darle seis mil dólares; admitió haberla desmembrado y haber cubierto los restos con sal para retrasar la descomposición. Sin embargo, los investigadores indican que la versión oficial de la sospechosa no está completamente aceptada y que los peritajes continúan para establecer la mecánica exacta del hecho.
Las primeras pericias forenses apuntan a que la víctima fue estrangulada con el cable de un cargador de celular y luego desmembrada con herramientas adquiridas por internet. La investigación también indaga si la acusada actuó sola o con la ayuda de otra persona, dado que mantuvo una relación sentimental con un hombre con antecedentes penales.
La Fiscalía presentó el paquete probatorio —entre ellos el acta de levantamiento del cadáver y el análisis forense del material digital— y el Juez de Garantías Penales dictó prisión preventiva, ordenando el traslado de la procesada a la Penitenciaría del Litoral. La instrucción fiscal durará 30 días.
Un nuevo frente en la investigación criminal: la evidencia digital
El caso expone cómo las búsquedas y los registros digitales pueden convertirse en pruebas clave en las investigaciones modernas. Los investigadores forenses computacionales jugaron un papel central: no solo detectaron la manipulación de videos mediante inteligencia artificial, sino que también documentaron las búsquedas que, según las autoridades, reflejan una intención deliberada de eliminar rastros del crimen.
“Los indicios en el teléfono, sumados a las evidencias físicas, hicieron posible el allanamiento y el esclarecimiento de los hechos”, dijo Muñoz.
Víctima, investigación y reacción vecinal
La víctima, Martha Cecilia S. C., de 49 años, fue reconocida por familiares. Había estudiado Derecho y era madre de tres hijos; la mayor, ahora procesada, fue quien presentó la denuncia inicial por desaparición. Vecinos del bloque habitacional manifestaron consternación por los hechos y recalcaron que no sospechaban de actos violentos en el entorno familiar.
La Dinased y la Fiscalía mantienen abiertas las diligencias para determinar todas las circunstancias del crimen y la posible participación de terceros.