La tranquilidad de en Buena Fe en la provincia de Los Ríos, se quebró el lunes 13 de octubre con el hallazgo de ocho cuerpos apilados en una zona agrícola del recinto Amazú.
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Las víctimas, integrantes de una familia procedente de Quito, habían sido secuestradas en Santo Domingo de los Tsáchilas y luego ejecutadas por un grupo armado que planeó el crimen con precisión.
Según la Policía, los cadáveres estaban con fundas plásticas en la cabeza, manos atadas y signos de tortura, pero sin rastros de lucha en el sitio, lo que confirma que el asesinato se cometió en otro lugar.
“El sitio del hallazgo fue el destino final, no el escenario del crimen”, indicó un oficial de Buena Fe.
El secuestro que terminó en tragedia
Las primeras indagaciones revelan que las víctimas —doce en total— habían llegado a la cooperativa Che Guevara, en Santo Domingo, para pasar el feriado del 9 de octubre.
Mientras compartían una reunión familiar la noche del viernes, al menos 20 hombres armados irrumpieron en motocicletas y los secuestraron a la fuerza.
Los delincuentes los trasladaron en los tres propios vehículos de la familia por una ruta planificada: redondel Orangine, vía a El Carmen, recinto Nuevo Israel, Anillo Vial Rural y Puerto Limón, hasta llegar a Buena Fe, donde finalmente los asesinaron.
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Un crimen organizado con precisión militar
Las investigaciones policiales apuntan a que las víctimas fueron torturadas y ejecutadas entre la noche del domingo y la madrugada del lunes.
Los cuerpos presentaban impactos de bala en la cabeza, lo que sugiere ejecuciones directas.
Para borrar las huellas, los criminales incineraron los vehículos.
Dos fueron hallados el 14 de octubre en la vía a Quevedo, a la altura de Luz de América, y un tercero apareció quemado el 15 de octubre en la vía a Umpechico.
Las víctimas y las pistas del caso
Entre los fallecidos están Daniela Espinoza Cumbal (23), Mauro Robalino (25), Edgar Quiñones (39), Anderson Espinoza (17), Karen y Martha Cumbal Cruz, Jaqueline Cruz (61) y Luis Landeta (31). Otro integrante, Oswaldo Bonifaz (42), fue hallado muerto en la vía a Las Mercedes.Tres menores —de 5, 12 y 14 años— fueron liberadas por los captores, según confirmó la Policía Nacional.
Las autoridades manejan la hipótesis de una retaliación entre bandas criminales que operan entre Los Ríos y Santo Domingo. Tres de los adultos asesinados tenían antecedentes por tráfico de drogas.
¿Los R contra Los Lobos? El trasfondo de la masacreFuentes policiales vinculan el crimen con un ajuste de cuentas entre las bandas Los R y Los Lobos, dos de los grupos más violentos del país. La cooperativa Ernesto Che Guevara, donde comenzó el secuestro, sería un territorio controlado por Los R, quienes habrían considerado la presencia de las víctimas como una amenaza a su dominio.
Por ahora, la Policía y la Fiscalía intentan reconstruir el rompecabezas de esta masacre múltiple, una de las más crueles registradas en Ecuador en los últimos años.