La mañana del miércoles 15 de octubre de 2025, las inmediaciones de un centro comercial al norte de Guayaquil amanecieron cerradas tras la detonación de un coche bomba que dejó un fallecido y 26 personas heridas, según confirmaron las autoridades provinciales.
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El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, acudió al sitio e informó que se encontró un segundo vehículo con explosivos que no llegó a detonar.
“No todo explotó. El daño pudo ser muchísimo mayor”, declaró, calificando el hecho como un atentado terrorista.
Plaza señaló que el ataque fue “diseñado para causar el máximo daño”, ya que ocurrió en una zona de alta afluencia de personas durante la hora pico. Los equipos de socorro, entre ellos el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, brindaron atención médica y apoyo psicológico a las víctimas.
Ministro del Interior apunta a Los Lobos
Pasadas las 09:00, desde Otavalo, el ministro del Interior, John Reimberg, vinculó el atentado con el grupo criminal Los Lobos, al que responsabilizó directamente del ataque.
Según el ministro, la explosión respondería a una represalia por los operativos de Fuerzas Armadas y Policía Nacional contra la minería ilegal en la zona de Buenos Aires (Imbabura). Reimberg agregó que Los Lobos mantienen nexos con el grupo disidente colombiano Óliver Sinisterra, relacionado a actividades mineras ilícitas.
Las autoridades mantienen las investigaciones y han activado un plan de recompensas para dar con los responsables del atentado.
