Ante una multitud reunida en la Av. Malecón al caer la tarde de este jueves 9 de octubre, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, presidió la Sesión Solemne por los 205 años de Independencia de Guayaquil.
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En un discurso cargado de civismo, el Burgomaestre lanzó un mensaje de orgullo y resiliencia: “Guayaquil no depende del permiso de nadie para ser grande, porque es una ciudad que nació, creció y seguirá siendo libre a pesar de las adversidades”.
Alvarez recordó que el 9 de Octubre de 1820 fue mucho más que un alzamiento militar; fue “el nacimiento espiritual de una nación. Guayaquil encendió el alma de la Patria.”
Sin embargo, el Alcalde contrastó la lucha de hace dos siglos con los desafíos actuales. Señaló que la ciudad ya no lucha contra imperios extranjeros, sino contra “males que aquejan a los ciudadanos: corrupción, indiferencia, abandono, inseguridad y la mediocridad”.
El Alcalde aprovechó el marco solemne para destacar la gestión municipal, afirmando que se ha “puesto la casa en orden” mediante la creación de las Áreas de Gestión Administrativa (AGA) y una planificación de obra pública enfocada en la equidad.
Alvarez resaltó que, por primera vez, el 40% del presupuesto de obra pública se ha destinado al norte y noroeste de la ciudad, zonas que “antes solo había promesas, el lodo les llegaba a las cabezas.”
En lo que va de su administración, la inversión en obra pública asciende a USD 630 millones, destacando proyectos clave: la nueva Terminal Terrestre Costa; la primera fase de alcantarillado y la repotenciación de luminarias en Pascuales; el inicio de nuevas soluciones viales en las avenidas Del Bombero y Juan Tanca Marengo y la culminación del Quinto Acueducto, asegurando el 100% de agua potable para la urbe.
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Además, mencionó el nuevo complejo deportivo Guasmo Norte y la próxima cancha de béisbol en Samanes. En el ámbito social, destacó el incremento presupuestario en salud, que ha permitido atender a más de 3.500 personas de manera gratuita, y la creación de siete Estaciones de Acción Segura (EAS) para reforzar la seguridad.
Concluyendo su discurso, el Alcalde hizo un llamado a la dignidad y la unidad guayaquileña, condenando los intentos de silenciar a la urbe: “Nos han querido callar, pero Guayaquil habla. Nos han querido dividir, pero Guayaquil se une. Nos han querido frenar, pero Guayaquil avanza”.