El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, ha calificado el ataque reciente contra la caravana presidencial del primer mandatario, Daniel Noboa, como un “claro intento de asesinato” y un “acto de terrorismo”. El incidente tuvo lugar el martes 7 de octubre en el cantón El Tambo, provincia de Cañar.
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Ataque a la caravana
En declaraciones ofrecidas a Teleamazonas este miércoles 8 de octubre, el funcionario enfatizó que la intensidad de la agresión demuestra la intención directa de atentar contra la vida del Jefe de Estado.
“Definitivamente el nivel de agresión con el que se atacó la caravana denota que este fue un claro intento de asesinato, y un acto de terrorismo en contra del primer mandatario”, aseveró Loffredo.
Tras el hecho, que el Gobierno catalogó como atentado, se registraron cinco detenidos, quienes fueron trasladados a Cuenca para las diligencias judiciales correspondientes.
El ministro también destacó la inquebrantable determinación del presidente Daniel Noboa ante estas amenazas. “A Noboa nada lo detiene, ni siquiera el riesgo contra su propia vida. Y esa es una clara señal de que a este país tampoco nada lo va a poder detener”, expresó.
Cuestionamientos a dirigentes
El ministro Loffredo no solo se refirió al ataque, sino que también dirigió su atención hacia el contexto de las protestas actuales, impulsadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Señaló que detrás de las movilizaciones existen “líderes que calientan las calles” y “llaman a la toma de ciudades”. Además, lanzó un cuestionamiento directo sobre la presencia de supuestos infiltrados en las protestas, que serían los responsables de los actos violentos.
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“¿Si son infiltrados, por qué no los detienen? Porque para secuestrar 17 militares sí se dan modos. ¿Cuántos infiltrados detenidos tienen ellos? ¿A cuántos han entregado a la justicia?”, interpeló el ministro.
Acción de las Fuerzas Armadas
Loffredo defendió la actuación de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), asegurando que su proceder es “con responsabilidad” para garantizar el orden, la seguridad y, crucialmente, la movilidad en las vías.
“Necesitamos vías despejadas para que lleguen los alimentos, que lleguen las medicinas a los lugares más necesitados,” indicó.
El ministro fue enfático al referirse a las amenazas de trasladar las manifestaciones a la capital: “Nadie tiene derecho a amenazar a otro ecuatoriano, nadie tiene derecho a amenazar con destrucción a otra ciudad, y menos a la capital. Y en esto quiero ser enfático: nadie se toma Quito.” Recalcó que los líderes que promueven la violencia y destrucción “tendrán que dar cuentas a la justicia” por sus acciones.