Bruna Araújo de Souza, de 30 años, murió el 6 de octubre en São Bernardo do Campo tras consumir una bebida contaminada con metanol en un show de pago. Estuvo hospitalizada desde el 29 de septiembre, su caso fue el primero confirmado en la ciudad entre decenas de sospechas, y deja un relato escalofriante de síntomas y desesperación que sacuden a Brasil.
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¿Qué dijo Bruna en sus últimos mensajes?
Una voz temblorosa y urgente: Bruna envió audios a amigas describiendo cómo había sentido que “tomó la cachaza del mundo entero”. Al día siguiente de ingerir la bebida alcohólica (vodka mezclada con suco en un show), comenzó con vómitos intensos, visión borrosa, dolores fuertes de cabeza y malestar general profundo. “Sensación horrible… parece que voy a desmayar. No consigo ni mirar la pantalla del celular”, comentó en otro mensaje.
Estas declaraciones precedieron su traslado al Hospital de Urgencia de São Bernardo do Campo, luego una derivación al Hospital de Clínicas, donde su estado fue considerado grave y crítico.
¿Cuántos casos hay y qué medidas se han tomado?
Hasta la fecha de su muerte, la Vigilância Epidemiológica de São Bernardo do Campo había recibido 78 notificaciones por sospecha de intoxicación por metanol, siendo el caso de Bruna el único confirmado. De esos reportes, seis personas habían fallecido y otros pacientes estaban hospitalizados.
Las autoridades municipales y estatales han cerrado al menos cuatro establecimientos sospechosos de vender bebidas adulteradas, incluido el bar “Villa Jardim Bar”, ubicado en el barrio de Taboão, donde Bruna consumió la bebida.
El Hospital ya activó el protocolo de muerte encefálica en Bruna cuando su cuadro se agravó, reconociendo que su situación era irreversible. Luego de esto, médicos y familia decidieron adoptar cuidados paliativos.
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¿Qué se sabe del brote nacional?
El caso de Bruna forma parte de un brote mayor de intoxicaciones por metanol en Brasil 2025. Según el Ministerio de Salud, hasta principios de octubre se han registrado alrededor de 16 casos confirmados y más de 200 sospechosos investigados en varios estados.
São Paulo concentra la mayoría de los casos. Las autoridades están distribuyendo antídotos (etanol farmacéutico) y reforzando fiscalizaciones sanitarias para evitar más muertes como la de Bruna.