Una tragedia sacudió a una familia británica luego de que Greta Otteson, de 33 años, y su prometido sudafricano, Arno Quinton, de 36, murieran por intoxicación con metanol tras consumir limoncello casero en Hội An, Vietnam.
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El caso
Greta y Arno administraban una villa hotelera en Hội An, donde residían desde hacía dos años. En diciembre de 2024, ambos bebieron limoncello casero que habían recibido de obsequio en un restaurante italiano de la ciudad.
Horas después, Greta envió un mensaje a sus padres describiendo que tenía “la peor resaca de su vida”. Fue hallada sin vida en una habitación del hotel el 26 de diciembre. Arno fue encontrado muerto en otra habitación cerrada por dentro.
Los exámenes post mortem confirmaron que la pareja sufrió intoxicación severa por metanol, una sustancia tóxica utilizada en productos de limpieza y combustibles, pero no apta para consumo humano.
Investigación en Vietnam
En febrero, las autoridades detuvieron a un barman acusado de elaborar la bebida con alcohol de uso médico, agua filtrada, cáscara de limón y azúcar. El sospechoso permanece arrestado por violar regulaciones de seguridad alimentaria y podría enfrentar penas de entre 7 y 15 años de cárcel si es declarado culpable.
Pese a la detención, el restaurante “Good Morning Vietnam”, donde se ofreció la bebida, continúa abierto y no ha emitido disculpas públicas, lo que ha generado malestar en la familia de las víctimas.
Reclamo de la familia
Los padres de Greta, Paul y Susan Otteson, exigen que el proceso avance y se sancione a los responsables. “Queremos ponerlos a descansar, pero no podemos hacerlo hasta que obtengamos una conclusión adecuada”, expresó Paul.
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La familia asegura que su duelo no podrá cerrarse mientras no exista justicia. “Es una cuestión de responsabilidad”, añadieron, recordando que trabajaron toda su vida pensando en el futuro de Greta y Arno.
Contexto regional
El consumo de bebidas adulteradas con metanol es un problema recurrente en el sudeste asiático. Según Médicos Sin Fronteras, cientos de personas se intoxican cada año en la región debido a la producción artesanal con alcohol no apto para consumo humano.