A pesar de que el transporte público urbano circula con normalidad en Guayaquil, los efectos de las movilizaciones convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) se sienten en la Terminal Terrestre.
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Este lunes 22 de septiembre, la afluencia de pasajeros se ha reducido notablemente y las cooperativas que cubren rutas hacia la Sierra y el Oriente operan con una drástica baja en su frecuencia.
Según trabajadores de las boleterías, la situación se debe tanto al temor de los usuarios por posibles bloqueos en las vías, como a la decisión de los transportistas de no circular por precaución.

La terminal de Guayaquil amaneció con un movimiento inusualmente bajo para un lunes. Varias cooperativas han cancelado turnos, tanto en la noche del domingo 21 como en la mañana de hoy, ante la falta de demanda. La incertidumbre predomina entre los pocos viajeros que se aventuran a la estación.
Un trabajador de la cooperativa San Cristóbal, que cubre la ruta a Tulcán, indicó que sus unidades operan apenas al 30 %. “La gente no está viajando por el temor a las movilizaciones”, señaló. Aunque sus buses llegan a Quito, no continúan hasta Tulcán, y los pasajeros son advertidos de la situación antes de comprar sus boletos. De más de diez unidades que circulan un día normal, hoy solo han salido tres.
La escasez de pasajeros es un problema generalizado. En la boletería de la cooperativa Alausí reportaron que hasta las 10h00 de este días apenas habían vendidon 10 pasajes.
Y la cooperativa Latacunga no estaba operando.
El ambiente es un poco incierto entre las cooperativas que ofrecen el servicio de transporte hacia la Sierra dentro de la Terminal Terrestre.