Un trágico ataque conmocionó a Tailandia luego de que un cuidador de Safari World Bangkok muriera tras ser atacado por un grupo de leones mientras los alimentaba. El hecho fue captado en imágenes que circulan en medios locales y que reavivan el debate sobre la seguridad en zoológicos y la convivencia con animales salvajes.
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El ataque
De acuerdo con las autoridades, el hombre ingresó al área de los leones para entregar comida cuando entre seis y siete felinos lo rodearon y comenzaron a atacarlo. El cuidador no logró escapar y, según testigos, fue devorado lentamente por los animales.
“El fallecido es un empleado del zoológico que solía alimentar a los leones”, confirmó a la agencia AFP Sadudee Punpugdee, director de protección de fauna silvestre del Departamento de Parques Nacionales.
Un visitante identificado como Kanchanarin relató a la televisión local Thairath que el hombre permaneció de pie durante varios minutos, hasta que un león se le acercó por la espalda y lo atrapó. “No gritó. Todo ocurrió muy rápido”, dijo el testigo.
Reacciones y debate
El zoológico Safari World Bangkok, que se promociona como uno de los parques al aire libre más grandes de Asia, ofrece excursiones donde los visitantes pueden alimentar a leones y tigres por unos 1.200 baht (37 dólares). Tras el incidente, el establecimiento no ha emitido un comunicado oficial sobre cambios en sus protocolos de seguridad.
Organizaciones conservacionistas reaccionaron al hecho. Edwin Wiek, de la Wildlife Friends Foundation Thailand, expresó sus condolencias a la familia del trabajador, pero recalcó que este tipo de sucesos demuestran los riesgos de mantener felinos salvajes en cautiverio.
“El ataque reabre el debate sobre la existencia de zoológicos, que no solo son cuestionados por su crueldad hacia los animales, sino también por el peligro que representan para cuidadores y visitantes”, agregó Wiek.
Contexto
Este caso se suma a otros episodios recientes en Asia donde cuidadores han resultado heridos o muertos al interactuar con animales salvajes en recintos turísticos. Los expertos recuerdan que, pese al cautiverio, los leones y tigres conservan sus instintos predadores y representan un riesgo permanente.