Una mujer de 70 años fue asesinada luego de que su propio hijo y dos nietos planificaran el crimen.
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El objetivo era cobrar millonarias pólizas de seguro y quedarse con su herencia.
Según la investigación, pagaron USD 15.000 a un sicario y habían pactado otros USD 20.000 una vez asegurado el dinero del beneficio económico.
Ataque en la Granda Centeno, norte de Quito
El crimen se registró el 16 de marzo de 2025, en el sector de la Granda Centeno, al norte de Quito.
La mujer fue atacada mientras llegaba a una iglesia cristiana.
Dos hombres en motocicleta abrieron fuego contra su vehículo, impactándola con al menos cuatro disparos que le quitaron la vida de inmediato.
En la escena, los peritos recogieron cinco vainas percutidas y confirmaron la participación de dos mujeres colombianas en labores de logística.
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La orden salió desde la cárcel
La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) y la Fiscalía revelaron que la orden provino del hijo de la víctima, quien cumple condena por violación.

Desde prisión coordinó la ejecución con ayuda de sus dos hijos, es decir, los nietos de la mujer. Uno de ellos fue detenido y el otro sigue prófugo.
Vínculos criminales
El sicario contratado pertenece al grupo delictivo Los Lobos, aunque los familiares no forman parte de una organización criminal estructurada.
Entre los procesados también figura un conductor de plataforma que transportó a las cómplices.
Justicia en marcha
Hasta ahora, cinco personas enfrentan procesos judiciales y dos más tienen órdenes de captura.
La motivación fue únicamente económica: quedarse con los seguros y herencias. La mujer de 70 años terminó siendo asesinada por quienes, en teoría, debían protegerla: su propia familia.