La trágica historia de la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna, de 47 años, tiene una nueva actualización. Luego de tres semanas atrapada a más de 7150 metros de altitud en el Pico Pobeda, las autoridades de Kirguistán confirmaron que ya no hay señales de vida en la tienda de campaña donde se encontraba.
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Desde el campamento base South Enilchek, un dron de altitud realizó dos inspecciones visuales detalladas. Eduard Kubatov, jefe de la Federación de Montañismo de Kirguistán, fue quien dio la noticia:
“Debemos aceptar este triste hecho. No hay signos de vida. Todas las operaciones de rescate han sido suspendidas”.
Atrapada sin recursos, en condiciones extremas
Nagovitsyna quedó varada tras fracturarse una pierna durante el descenso del Pico Pobeda, justo después de haber alcanzado la cima el pasado 12 de agosto. Se refugió en una tienda de campaña, sin radio, sin comida suficiente y sin gas para derretir nieve y mantenerse hidratada, en medio de temperaturas de hasta -30 °C.
Una semana después, un dron logró captar señales de vida, lo que reactivó los operativos. Sin embargo, el terreno técnico, la altitud y el mal clima jugaron en contra de cada intento de rescate.
Una historia marcada por el dolor y la montaña
La tragedia de Natalia se suma a un historial personal ya cargado de drama. En 2021, en una expedición al Khan Tengri, su esposo Sergey sufrió un infarto cerebral a casi 7000 metros de altura. Ella se negó a abandonarlo y permaneció a su lado hasta que murió. Un año después, colocó una placa conmemorativa en la cumbre.
Desde entonces, siguió adelante con su sueño de convertirse en Leopardo de las Nieves, título reservado para quienes conquistan las cinco montañas más altas de la extinta Unión Soviética. El Pico Pobeda era la última de su lista.
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Operativos sin éxito y una cadena de tragedias
Luego del accidente, dos alpinistas lograron llegar hasta su tienda: el italiano Luca Sinigaglia y un alemán. Le entregaron víveres, una bolsa de dormir y un cartucho de gas. No pudieron evacuarla.Días después, Sinigaglia murió durante una tormenta en el descenso; su compañero apenas alcanzó el campamento base.
Un helicóptero militar ruso enviado a ayudar se estrelló cerca de los 5000 metros. Aunque no hubo víctimas, el accidente evidenció las limitaciones logísticas para operar en esa altitud.Una aeronave Eurocopter, más liviana, también declinó el rescate por falta de condiciones seguras.
El 20 de agosto, cuatro alpinistas intentaron llegar desde el campamento 2, pero tampoco lo lograron.
Autoridades darán cierre
Kubatov informó que todo el material del dron será entregado al hijo de Natalia.
“No existen precedentes de una operación de rescate exitosa a esa altitud. No podíamos arriesgar más vidas”.
Las autoridades kirguisas informaron que las tareas para recuperar los restos se retomarán en primavera, cuando las condiciones de la montaña mejoren.