Ryan Borgwardt se convirtió en protagonista de un escándalo en Estados Unidos tras fingir su muerte en agosto de 2024 para abandonar a su esposa y tres hijos, y escapar con una mujer que había conocido por internet. El caso, que estremeció a la comunidad de Wisconsin, concluyó esta semana con una sentencia simbólica y mediática: 89 días de cárcel, uno por cada día que estuvo desaparecido.
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El engaño: un plan orquestado
Borgwardt simuló un accidente durante una excursión en kayak en Green Lake. Volcó su embarcación, arrojó su teléfono al agua y usó una balsa inflable para alcanzar la orilla sin ser visto. De allí tomó una bicicleta eléctrica para recorrer kilómetros hasta Madison, donde abordó un autobús hacia Canadá y posteriormente un vuelo a Europa del Este, rumbo a Georgia.
Mientras su familia y las autoridades lo buscaban intensamente, él mantenía contacto con una mujer de Uzbekistán, con quien había entablado una relación en línea. Las comunicaciones rastreadas posteriormente por investigadores permitieron confirmar que nunca había muerto, sino que había huido para encontrarse con ella.
Dinero y mentiras
Semanas antes de desaparecer, Borgwardt contrató un seguro de vida de USD 375 000, manipuló correos electrónicos y transfirió fondos al extranjero. Además, eliminó datos de su computadora para borrar rastros de su plan. Su intención, según reveló la fiscalía, era empezar una nueva vida lejos de sus responsabilidades familiares y financieras.
La sentencia
La fiscalía solicitó 45 días de cárcel, pero el juez Mark Slate duplicó la condena y dictó 89 días de prisión, equivalentes al tiempo que Borgwardt se mantuvo prófugo. También deberá pagar USD 30 000 como restitución por los costos de la búsqueda que movilizó drones, buzos y equipos especializados. Durante la audiencia, expresó arrepentimiento y se declaró en estado de “no contest”, es decir, sin oposición a los cargos.
Impacto en su familia
El engaño no solo representó un gasto millonario para el Estado, sino que destrozó a su familia. Su esposa solicitó el divorcio al conocer la verdad, mientras que la comunidad de Wisconsin quedó conmocionada por el nivel de frialdad y planificación del caso.